Hace dos días que no tenemos noticias del testigo del caso Patti. Todo hace pensar que ha actuado lo que se conocía como mano de obra desocupada, es decir, elementos paramilitares o parapoliciales, que quieren amedrentar y lograr su objetivo de mantener la impunidad”. Con este mensaje, el entonces presidente Néstor Kirchner se refería públicamente al caso que a fines de 2006 mantuvo en vilo al país y que convulsionó a Escobar como nunca: el secuestro del militante peronista Luis Ángel Gerez, quien estuvo desaparecido entre las noches del miércoles 27 y el viernes 29 de diciembre por un secuestro que jamás se esclareció. De hecho, ni siquiera se comprobó que haya ocurrido.
El inicio de la historia fue en la mañana del jueves 28, cuando Mirta Praino se presentó en la comisaría Escobar 1ra para denunciar que su pareja había desaparecido la noche anterior en el barrio Lambertuchi. A pesar de que las redes sociales casi no existían, la noticia corrió como reguero de pólvora y en pocas horas la ciudad se vio sitiada por la policía y la prensa.
Hubo dos marchas multitudinarias exigiendo su aparición con vida, que ocurrió -¿casualmente?- una hora después del discurso de Kirchner por cadena nacional -sólo la había utilizado cuando pidió el relevo de Julio Nazareno de la Corte Suprema-. Maltrecho y con signos de tortura, Gerez apareció en una oscura calle de Garín. Denunció que había sido secuestrado por razones políticas.
El 20 de abril de 2006, el albañil y militante peronista había declarado en la Cámara de Diputados que Luis Patti participó de una sesión de torturas a la que fue sometido en 1972, cuando tenía 16 años. Junto a otras cuantas, esa acusación cooperó para que el ex intendente de Escobar no pueda asumir en su banca de legislador nacional.
Una de las hipótesis que se barajó es que Gerez había sido secuestrado con la intención de intimidar a otros testigos en causas por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura militar.
Sin embargo, la investigación no arrojó indicios en esa dirección. Ni tampoco en la otra, según la cual el secuestro había sido una maniobra política orquestada por dirigentes locales y provinciales del kirchnerismo.
Por entonces, Gerez era parte del espacio “Pensar Escobar” que impulsaba al actor Alberto “Paco” Fernández de Rosa como precandidato a intendente del Frente para la Victoria.
A más de doce años, todo sigue como en aquel tórrido verano: jamás se supo qué pasó en esas 48 horas en las que estuvo desaparecido, si efectivamente fue víctima de un secuestro, dónde estuvo cautivo –habló de un galpón que nunca se halló- y quiénes fueron sus captores. Ante la falta de pruebas, la fiscalía archivó la causa en 2010.
“Yo conservo la fe. Esto algo va a arrojar, algo se va a saber. Tal vez hoy todo eso que pasó se olvide, pero quizás dentro de unos años… Los casos de lesa humanidad tardaron 25 años en volver a salir a la luz”, declaraba Gerez a DIA 32 en diciembre de 2009.
Su caso, sin embargo, probablemente quede para siempre envuelto en interrogantes.
Producto de una enfermedad hepática, el albañil y padre de cinco hijos falleció el sábado 11 en un hospital de Moreno, donde vivía desde hace tiempo. Tenía 64 años.