Por convocatoria, atracciones y presentación, la recientemente finalizada Fiesta Nacional de la Flor fue una de las mejores del último tiempo. El evento que le da identidad a Escobar celebró su 60º aniversario a lo grande, con una exposición de primer nivel y artistas de la talla de Cristian Castro y María Becerra.
Si bien visitarla es siempre una caricia al alma y un regalo para los sentidos, este año la Fiesta de la Flor estuvo colmada de novedades y actividades que salieron de lo común.
El predio de la Ciudad Floral fue decorado con absoluta minucia, pero la ciudad también se vistió de gala para ser anfitriona de una celebración que atrajo a personas de todo el país interesadas en disfrutar de las flores en su apogeo.
Los más de 130 mil visitantes que concurrieron a la exposición y a los recitales entre el viernes 30 de septiembre y el domingo 8 de octubre marcaron un récord.
Además de las exposiciones de flores, plantas, arte floral, paisajismo y de los viveros, el público también pudo disfrutar del surtido paseo de compras que funcionó en uno de los pabellones, con productos típicos de distintas provincias y artesanías de todo tipo, y de una variada oferta gastronómica en los llamativos food trucks distribuidos en distintos sectores.
Fueron diez días en los que pasó de todo, con miles de personas yendo y viniendo de acá para allá en el predio ferial y por el centro de la ciudad. Desde ya, nada de esto podría haber ocurrido sin el guiño del clima, tantas veces adverso, que esta vez estuvo a la altura de las circunstancias: con mayoría de jornadas a pleno sol y temperaturas primaverales.
En su cumpleaños 60, a la Fiesta de la Flor se le cumplieron todos los deseos.
Antesala primaveral
Antes de su apertura, la 60º Fiesta de la Flor también se vivió en la plaza central de la ciudad, que incluso desde los días previos presentó una fisonomía por demás colorida con intervenciones artísticas y diversos atractivos.
Lo primero que llamó la atención fue el jardín de plantas y flores realizado en el centro de la plaza con material plástico reciclado, que permaneció durante dos semanas.
Se trató de una muestra colaborativa entre alumnos de varias escuelas escobarenses, denominada Plantasia, en la que tapitas de gaseosas se convirtieron en pétalos de flores y plásticos varios en exuberantes hojas y elegantes tallos.
Para completar el paseo y generar un punto de diversión para los chicos, en distintos puntos de la plaza se instalaron un conjunto de inflables luminosos que simularon un Bosque Encantado de naturaleza.
El mayor atractivo fue el mirador panorámico 360 que funcionó en la esquina de Tapia de Cruz y Asborno. Una plataforma con capacidad para 34 personas que se elevó hasta 50 metros permitiendo apreciar el centro de la ciudad desde un singular y asombroso punto de vista.
Desde el mirador aéreo, que ya había estado en 2019 con motivo del 60º aniversario del partido de Escobar, también se pudo apreciar la gigantesca alegoría que la muralista Jennifer Simono realizó sobre el asfalto de la calle Asborno al 600. Ella también intervino el predio floral con pinturas extraordinarias.
La flor de moda
Dentro de su propuesta intrínseca, sin lugar a dudas que lo más innovador que presentó esta 60º edición fue la presencia de decenas de plantas de cannabis sativa en uno de sus pabellones. Un hecho tan histórico como revolucionario para una exposición que siempre miró de costado a esta especie, ya mucho menos estigmatizada que antes.
Hasta hace pocos años, el cannabis era sinónimo de droga, adicción y otros adjetivos que nada tenían de bueno. Pero, a partir de la evidencia científica sobre sus efectos medicinales y su uso industrial, los prejuicios sobre esa planta se fueron derribando. A punto tal que el presidente de la Fiesta de la Flor, Tetsuya Hirose, invitó personalmente al cultivador y productor Fernando Saicha a participar.
“Esto no es sobre la medicina o sobre el uso recreativo: es sobre la planta, las flores y su belleza”, le dijo. Saicha, que lleva más de dos décadas dedicadas a investigar y promover el uso del cannabis -tuvo la primera licencia federal mundial para producir marihuana recreativa en Uruguay-, aceptó con gusto.
El cultivador afirmó que haber participado en la Fiesta de la Flor fue “un paso más en la gesta por liberar a la planta de las cadenas, impulsar la industria nacional del cannabis y colaborar en la generación de empleos, empresas e ingresos para nuestra Patria”.
Desde ya, el jardín de cannabis en flor fue el sitio más visitado, consultado, fotografiado y comentado de la exposición, por lo que su presencia en las próximas ediciones debería darse por descontada.
Desfile de carrozas
Como cada año, el desfile de carrozas fue uno de los eventos más esperados de esta nueva edición de la Fiesta Nacional de la Flor. La cita fue el sábado 7, ante una multitud que se acercó a la avenida Tapia de Cruz. A modo de aperitivo, murgas locales y centros tradicionalistas fueron poniéndole ritmo y color a la jornada.
Después, apenas iniciada la noche, llegaron las carrozas paseándose con sus flores, su música y sus colores por el centro de la ciudad y hasta el predio ferial de la calle Gelves. Los ingeniosos diseños que ornamentaron los carruajes en muchos casos dejaron mensajes de concientización.
También participaron las siete localidades del partido de Escobar, colectividades y entidades de bien público. El final llegó cerca de las 20.30, pero la fiesta siguió en las calles con música en vivo y food trucks.
El primer premio del tradicional concurso fue para la carroza del Instituto de Florihorticultura y Jardinería de Escobar, que presentó un diseño alusivo a la preservación de las especies nativas. En segundo lugar quedó la Asociación Boliviana y en el tercero la Asociación Japonesa de Escobar.
Lluvia de estrellas
La sexagésima Fiesta Nacional de la Flor estuvo pensada con actividades tanto de día como para cuando caía el sol. Mientras de un lado de la calle Gelves la gente hacía fila en la boletería y los micros se estacionaban en las inmediaciones, entre autos y combis que descargaban personas, en la vereda de enfrente cientos de jóvenes esperaban que se abriera el ingreso al sector de recitales. Un terreno con capacidad para unas 25 mil personas donde el escenario era realmente impactante.
Todas las noches tocaron artistas de primer nivel, en varias ocasiones con localidades agotadas, como Ke Personajes, que se presentó al término de la inauguración oficial, y María Becerra, “la Nena de Argentina”, que cautivó a Escobar el sábado 30 con un espectáculo impactante.
En distintos días, también se presentaron Rally Barrionuevo, Manuel Wirzt, Bahiano y Q´Lokura. El cierre fue con un show inolvidable de Cristian Castro, donde miles de fans que llegaron desde distintas partes del país deliraron de emoción con sus canciones.
Ese domingo 8 marcó un final soñado para la Fiesta de la Flor, que festejó sus 60 años con una vitalidad que no se le veía desde sus mejores épocas.
JOAQUINA LEÓN
Una joven trans es la nueva embajadora de la Fiesta de la Flor
Entre tantas novedades, innovaciones y acontecimientos destacados, la elección de la nueva embajadora de la Fiesta Nacional de la Flor también sorprendió al coronar a una joven trans.
Se trata de Joaquina León, de 28 años, quien nació en Chubut, se crió en Belén de Escobar y luego estudió Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente ejerce su profesión de manera privada y en un consultorio inclusivo.
“Represento a una comunidad que fue vulnerada históricamente en el acceso a derechos y el hecho de que exista una embajadora trans en la Fiesta Nacional de la Flor envía un mensaje muy positivo a todo el país”, expresó León, quien se declaró “orgullosa” de este nuevo rol.
Asimismo, Yamila Romero (32) fue electa segunda embajadora, Dante Infantino Caila (21) primer embajador -ambos de Belén de Escobar- y Nicolás Larrosa (20), de Matheu, segundo embajador.
La elección y coronación de las nuevas embajadoras y embajadores de la Fiesta de la Flor se llevó a cabo el domingo 8, antes del recital de Cristian Castro, con un marco imponente.
El concurso despertó este año un interés especial ya que se estableció un premio de un millón de pesos para los primeros embajadores y de medio millón para los segundos embajadores.
Por eso hubo más de 150 inscriptos, otra cifra récord.
NÚMEROS OCULTOS
La pregunta del millón: ¿Cuánto gastó el Municipio?
Conocer cuánto costó la última edición de la Fiesta de la Flor y qué cantidad de dinero aportó el Municipio en la contratación de los artistas que se presentaron resultó imposible. DIA 32 insistió en pedidos de información, cuya respuesta fue nula.
El intendente Ariel Sujarchuk fue consultado puntualmente sobre este tema en una entrevista que concedió a El Día de Escobar. Al respecto, dijo no tener presentes los números en ese momento, pero se comprometió a facilitarlos. Sin embargo, todos los intentos que realizó esta revista por acceder a esa información fueron infructuosos.
La pregunta no es antojadiza, ya que se sabe que varios de los artistas que se presentaron cobran altos cachets, que difícilmente puedan cubrirse con una entrada de 3 mil pesos, tal el precio que se estableció para los recitales de Ke Personajes, María Becerra y Q’Lokura. Los otros, incluyendo el de Cristian Castro, directamente fueron gratuitos.
Más allá de no dar precisiones sobre este punto, Sujarchuk destacó los beneficios de la inversión que el Municipio realizó para apuntalar esta 60º Fiesta de la Flor y lograr el éxito que tuvo.
“Hay que mirar la toma de decisiones como un conjunto. Pasarla bien es un derecho y una estrategia de la gestión municipal, pero, además, la industria cultural y el turismo motorizan la economía de Escobar, nos pone en valor, nos da prestigio, nos da alegría y nos genera dividendos. Tanto los comercios de Belén de Escobar como el polo gastronómico de Ingeniero Maschwitz se vieron muy beneficiados”.
“La ecuación económica de la Fiesta de la Flor hay que medirla en su totalidad, qué representa que de Escobar hable todo el mundo bien, que los medios vengan acá, que la gente invierta acá. Los números cierran por todos lados”, aseguró el intendente.
Por fuera de la inversión municipal, cuyo monto quizás nunca se sepa, la Fiesta de la Flor contó con un sistema mixto de sponsoreo del que participaron organismos públicos y empresas.
A nivel estatal, contribuyeron los ministerios nacionales de Economía, de Turismo y Deportes y de Cultura, así como también el gobierno bonaerense a través del Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica y Banco Provincia, según se informó.
Desde el sector privado, en tanto, algunos de los benefactores fueron YPF, Banco Credicoop, McDonald’s, Sancor Seguros, Consejo Federal de Inversiones, Speed, Cencosud, Puertos del Lago y comercios locales.