Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar
Alberto Blanco (47) nació en Beccar, se recibió de maestro mayor de obras en la Escuela Técnica Nº1 de El Talar de Pacheco y trabajó como árbitro de fútbol hasta entrados los treinta. Sin embargo, las vueltas de la vida lo llevaron a enamorarse de Garín y el periodismo, a tal punto que esos flechazos se conjugaron y posteriormente se tradujeron en la creación de El Garinense, el ya reconocido periódico que el sábado 5 de diciembre celebró sus primeros diez años de vida con un evento artístico en el centro cultural de la localidad.
Al hablar de su semanario, lo define como “un hijo”, con el que debió atravesar momentos difíciles e ir aprendiendo de los errores para llegar al anhelado número 507. “Los primeros ejemplares salían con cuatro hojas A4 dobladas a la mitad. El original lo imprimía en lo de un amigo -Humberto Delmagro-, porque yo no tenía impresora, y después hacía la fotoduplicación, que era más barata que una fotocopia, en La casa de Flopy. Volvía a casa, armaba y salía a repartir con la bici. Costaban 25 centavos”, recuerda, tan humilde como orgulloso, sobre los duros comienzos.
Una década después, tanto pedalear y transpirar la camiseta día y noche por todos los barrios hicieron que este hincha fanático de River sea considerado “el periodista” de Garín. Además, ahora las noticias le dan de comer no solo a él sino también a su hijo, Enzo, y la distribución la hace en ciclomotor, cuando no en auto. No fue magia. Fue sacrificio y actitud.
“Mi mayor capital es la credibilidad. Uno trata de estar en todos lados. Es mi trabajo y lo que amo. Hay periodismo de teléfono, pero a mí me gusta estar en el lugar de los hechos y verle la cara al vecino que está sufriendo porque se le inundó la casa o feliz porque le asfaltaron la calle. Una vez me preguntaron por qué no andaba de saco y corbata. Yo respondí que soy de fajina, estoy en el terreno”, explica en su casa del barrio La Matilde, en el inicio de la entrevista con DIA 32.
¿Seguís creyendo que es posible la autonomía municipal de Garín, como planteás en el lema del periódico?
La esperanza no la pierdo nunca. Yo conocí gente que lamentablemente ya falleció y que en el ‘93 luchó para que Garín se independice. De hecho, hicieron calcomanías con casas que decían “Garín Independiente”. Gente que creía profundamente en la independencia, y yo también. Es difícil de explicar, pero Garín está y no está preparado para ser independiente. Esto último por la parte dirigencial, porque no hay un político que se ponga la camiseta y diga “me voy a chocar contra todas las paredes que sea, pero vamos con esto”. Y la gente lo acompañaría. Uno adonde va le dicen “Garín ya tendría que ser independiente”, pero nadie hace nada. La última vez que Sandro Guzmán dio un acto en la ciudad como intendente (2013) dijo: “Voy a pelear por la autonomía de Garín”. Y hasta ahora no vemos nada.
Justamente, ¿cómo tomás que Guzmán tantas veces haya dicho que impulsaría ese proyecto y nunca lo hizo, ni aun siendo diputado?
Me molesta, porque él tiene todas las posibilidades. Obviamente que no es soplar y hacer botellas, pero empezá a trabajar, hacé reuniones con los vecinos, con los empresarios, con las entidades… Uní a la gente de Garín, porque está disgregada y ese es el tema. Que presente un proyecto para que la gente lo vea, lo avale, colabore, que le aporte ideas también. El único centro industrial importante que hay en el distrito es Garín. El hospital se está haciendo, pero no hace falta tener un hospital para ser independiente. Hace falta dirigencia competente nomás. La mayoría de los políticos de Garín levantan la mano por Escobar y se olvidan de su ciudad. Y después aparecen los mismos dinosaurios de siempre, que estuvieron en la época de -el ex intendente Fernando- Valle y los sacaron a piedrazos de la plaza cuando Garín cumplió cien años. Esa gente le hace mal a la política de Garín, tiene que venir gente nueva.
¿En qué aspectos saldrían beneficiados Garín y Savio si formaran un distrito aparte?
Si querés, hasta por una cuestión de infraestructura. Un lugar chico es mejor para administrar que un lugar grande. De hecho, también le va a convenir a Escobar. La idea es que esté conformado por Garín, Savio y Fonavi, que pasaría a ser una localidad, y quizás por una parte de Maschwitz. Se dividiría todo más equitativamente y el dinero rendiría más, porque son lugares más chicos. Por suerte se está haciendo un parque industrial en Loma Verde y entonces no le sacás todo el ingreso de los parques industriales a Escobar. Entonces, todo ese dinero que iba a las arcas de Escobar para repartir en cinco localidades, quedaría en Garín y se repartiría en tres o cuatro ciudades más chiquitas. Igual, aunque nosotros tengamos veinte parques industriales y cincuenta countries, si no tenemos la dirigencia que se anime a ponerse la camiseta de Garín, es lo mismo que nada.
¿Cómo ves a Garín actualmente? ¿Va para adelante o atrasa?
Garín está destruido. Hace un par de meses saqué una nota y puse que nunca desde los 12 años que vivo acá lo había visto como estaba en ese momento. Ahora lo veo mucho peor que entonces. Se taparon pozos con montañas de tierra y adoquines que, en vez de beneficiar, perjudican al vecino porque no se puede transitar tranquilo con el auto. Los ingresos a Garín están destruidos: la Santiago del Estero no se puede transitar y la Belgrano está cada vez peor. El boulevard también. Los nuevos asfaltos en la zona del barrio La Madrugada están todos destruidos, ¡y tienen un año y pico como mucho! Ballester y Santiago del Estero también son un desastre. Luminarias sin reponer, falta de control en los medios de transporte -los vecinos pueden estar una hora esperando el colectivo- no hay insumos en las salas y así un montón de cosas. No quiero dar una situación caótica, pero realmente está destruido.
¿Qué expectativas tenés con el flamante intendente Ariel Sujarchuk?
Me encanta el entusiasmo que tiene, las ganas y el ímpetu con que habla de los proyectos. Y me gusta que no se cierre solamente a su partido político, que deje abierto el abanico para que se acerquen otras fuerzas a dar su opinión, a colaborar, a presentar proyectos… Tengo muchas esperanzas y le pongo mi fichita. Obviamente, desde el lugar que uno ocupa va a informar las cosas buenas que se hagan y las cosas que se dejen de hacer, como siempre. Pero yo quiero que al intendente le vaya bien, porque si a él le va bien, nos va a ir bien a todos los vecinos del distrito.
¿Qué le pedirías como vecino?
Que no se aleje de la gente. No solamente al intendente sino también a los concejales. Que caminen los barrios, que conozcan a la gente, que vayan a preguntarle si las UGC están funcionando bien y qué pueden hacer para mejorar. Que sigan en campaña, en el buen sentido de la palabra.