Juan Francisco Bulacio vivía en Garín y fue parte de la multitud que viajó exultante a Olavarría para ver al “Indio” Solari. Sin embargo, lo que prometía ser una fiesta se convirtió en una trampa mortal.

“Cuando me muera voy a ser famoso”, solía decir, medio en broma, medio en serio. Y así fue, ya que su nombre capturó la atención de todos los medios nacionales el lunes 13 a la mañana, al conocerse la identidad de la segunda persona fallecida durante el multitudinario recital del “Indio” Solari en Olavarría. Juan Francisco Bulacio (36) dejó todo para ir a disfrutar de la “misa ricotera”, pero nunca más regresó a su casa del barrio Cabot, en Garín.

El “Colo” era el mayor de ocho hermanos, tenía esposa, cuatro hijos y una nieta. Trabajaba en un taller metalúrgico y hacía changas como delivery en un parripollo de la zona. Con la expectativa de pasar un fin de semana inolvidable, el viernes 10 a la noche partió hacia la ciudad del cemento con un grupo de compañeros de la fábrica. Por otros medios también fueron integrantes de su familia, incluido su padre, quienes volvieron sin él.

Juan y su esposa, Silvina, habían discutido antes del viaje. Ella no quería que vaya al recital porque iba a perderse el cumpleaños de su nieta. “Yo estaba peleada con él. Me enojé porque se iba. Mi marido compró su entrada, se fue en micro y no volvió. No me lo van a devolver”, expresó desconsolada la mujer, que es empleada doméstica y asegura que el “Colo” era “el que mantenía la casa”. Además, contó que la llamó el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, para darle sus condolencias.

Pese a las avalanchas que hubo en el recital, y que obligaron a Solari a suspender varias veces el show, la autopsia reveló que tanto Bulacio como el otro fallecido -Javier León (42), de Los Polvorines- no tenían signos de aplastamiento. Es más, los peritos confirmaron que ambos habían consumido alcohol y drogas en dosis importantes: en el caso de Juan, la proporción de alcohol en sangre era de 2,03 gramos por litro y de 1,23 gramos de marihuana y cocaína. Este exceso le habría provocado el paro cardiorrespiratorio traumático.

Más allá de estos resultados, Fernando Bulacio, hermano del “Colo”, cuestionó la falta de asistencia médica durante el show y puso en duda el resultado del informe pericial. “Si consumió o no consumió tampoco quita que recibiendo una atención rápida yo no tendría que haber ido a reconocerlo en una bolsa. Mi hermano estaba todo pisoteado”, afirmó al regresar de Olavarría con un pariente y la titular de Desarrollo Social del Municipio de Escobar, María del Carmen Goñi, quien los acompañó para traer el cuerpo a Garín.

Por el momento, la causa judicial por la tragedia de Olavarría fue caratulada “averiguación de causales de muerte” y, por ende, no hay detenidos. No obstante, la fiscal Susana Esther Alonso, además de solicitar la revisión de las autopsias, estaría reuniendo las pruebas necesarias para poder llevar el caso a “estrago doloso agravado” por la muerte de personas.

De concretarlo, los organizadores del evento -Marcos y Matías Peuscovich-, el intendente Galli y hasta el propio Carlos Alberto Solari podrían llegar a recibir una pena de hasta 20 años de prisión.

Como trágica coincidencia, el apellido de Juan ya tenía antecedentes en la historia ricotera: en 1991, un joven llamado Walter Bulacio había ido a un show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en Obras y fue asesinado por la Policía. Veintiséis años después, como si su destino estuviera ya signado, le tocó a Juan morir en un recital del “Indio”. Todo un palo.

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