mesa y sillas de montbel
El sello distintivo de la marca es la utilización del acero inoxidable como material estrella. Su showroom está en Tortugas Open Mall y vende a todo el país.

Los muebles que visten una casa reflejan el estilo de vida, el gusto y hasta la personalidad de sus habitantes. Lo mismo pasa en una oficina. Hay una variedad infinita de formas, colores y de elementos con los cuales se producen, a punto tal que a veces es difícil elegir.

Para aquellos clientes exigentes que se inclinan por lo minimalista y moderno para decorar y amoblar, acercarse a los productos de Montbel es una opción muy recomendable. Piezas sobrias que se destacan en cualquier ambiente, aportando belleza y comodidad.  

El sello distintivo de la marca es la fabricación de muebles de alta calidad utilizando el acero inoxidable como material estrella, una opción que no es tan común de encontrar en el mercado.

Quienes llevan adelante esta empresa son Marcos Montibello (65) y su esposa, Érica Giménez (54). Su mentor es ingeniero mecánico y pensó la creación de Montbel como un proyecto de retiro, de jubilación, que comenzó a desarrollar en 2017. Ella es licenciada en Química y se sumó dos años después. “Trabajamos siempre en multinacionales y veníamos viendo que cuando se llega a cierta edad las empresas prescinden de uno. Para ese momento hay que tener un plan B”, le cuentan a DIA 32.  

Marcos Montibello y su esposa, Érica Giménez
Matrimonio. Marcos Montibello y Érica Giménez están al frente de la pyme, que comenzó en 2017.

Al principio vendían muebles de otros fabricantes, hasta que lograron hacer una clientela y se asociaron con gente de Córdoba para fabricar. Se ubicaron en un galpón en Garín sin local a la calle y realizaban las ventas por Internet.

En 2020, plena pandemia, apareció la oportunidad de mudarse a Belén de Escobar, sobre la Colectora Oeste, a la altura del kilómetro 51, donde había lugar para la fábrica y el local.

Del cromo al acero

Los primeros ejemplares eran de caño cromado, pero “era muy difícil, dependía de un equipo externo, demoraban y el resultado final no era bueno”, señala el empresario. Fue en ese momento que decidió romper un paradigma al cambiar el caño común por el acero inoxidable, un material mucho más caro pero mil veces más eficiente.

“Ajustamos la ganancia, afinamos los números y descontamos los gastos del ir y venir y de los contratiempos del cromado. El acero inoxidable tiene la ventaja de que no se raya, no se salta, no se oxida, la estructura es para toda la vida. Además, la fabricación es más limpia y menos contaminante”, explica Montibello.

Como es un material que no se consigue en Argentina, deben importarlo de algunas partes de Europa, como Italia y Alemania, y también de China. “Le compramos a tres de los importadores más grandes del país. Me mandan el certificado de calidad que corresponde al embarque que compro, para saber sobre la procedencia”.

El resto de los materiales son nacionales y esa es una característica que resaltan de sus muebles.  

Mudanza y expansión

Primero se concentraron en las sillas, banquetas y mesas, pero los mismos clientes los empujaron a diversificarse cuando de a poco les fueron pidiendo sillones de distintos tamaños, mesas de luz, cabeceras de cama y hasta muebles de cocina e interiores de placares. También representan a la marca de sillas ergonómicas Portantino y a las cocinas y extractores TST.

“Cuando nos mudamos a Escobar la zona estaba en plena expansión con Puertos, San Sebastián, Loma Verde… Entonces los clientes mismos nos fueron llevando a ofrecer una propuesta integral. La idea es que en Montbel encuentren todo salvo el colchón, por ahora. Este último año también sumamos adornos muy lindos e iluminación LED”, comenta Giménez.

Hace justo un año la fábrica regresó a Garín, esta vez sobre el kilómetro 36,700 la Colectora Oeste, en un galpón con mejores condiciones edilicias. Sin embargo, el showroom volvió a quedar separado, ya que lo ubicaron en el Tortugas Open Mall (TOM). Si bien las ventas suelen ser un 60% a través de la web y un 40% físicas -aunque varían según los meses-, para ellos es fundamental tener un espacio donde mostrar sus productos.

El acero inoxidable de los muebles de Montbel se mistura con materiales como madera, cuero y telas de diferentes texturas y colores. El sistema de fabricación es personalizado y a pedido. “Tenemos los modelos en el local, pero el cliente lo puede elegir a su gusto, tapizado en pana verde inglés o en ecocuero gris, entre decenas de opciones”, detalla ella.

De los diseños se encarga el matrimonio. Suelen viajar a la Feria Internacional del Mueble, en Milán, donde se ponen al día con las nuevas tendencias, los últimos modelos y se inspiran en todo el material que ven, que termina reflejándose en el estilo de sus muebles.

En el TOM no tienen stock, arman el pedido para cada cliente y lo entregan en un plazo máximo de 30 días. Por otra parte, cuentan con dos camionetas para los repartos en CABA y GBA. Al interior envían por Andreani o por Vía Cargo. Pero si la compra es muy importante, la entregan directamente.

Una micropyme aceitada

Montbel tiene diez empleados, incluyendo a los choferes de las camionetas. Los tres sectores principales de la fábrica son el de metalúrgica, carpintería y tapicería.

Si bien el fuerte de la clientela se centra en quienes quieren amoblar sus hogares, también atienden a empresas con muebles de escritorio, de guardado, bibliotecas, mesas para salas de reuniones y lockers, entre otras cosas. Además, trabajan mucho con gastronomía y casinos. 

En cuanto a la competencia, la empresaria afirma que se enfrentan a las marcas de más alta calidad. “Nosotros somos los que utilizamos acero inoxidable, telas antimanchas, hacemos todo personalizado, pero somos Montbel, no Fontenla. Es como si hiciéramos un auto con todas las mismas prestaciones que una Ferrari, pero sin caballito en la punta”.

“Le vendemos al cliente que quiere buena calidad pero que no está dispuesto a pagar tres o cuatro veces más por la marca”, explica, sobre uno de los varios diferenciales de Montbel.

Raíces en Escobar

Si bien el matrimonio vive en Benavidez, partido de Tigre, el negocio nació en Garín, luego se mudó a Belén de Escobar y después volvió a Garín. “En la segunda etapa empezamos a relacionarnos con la gente del Municipio, que se acercó a informarnos sobre los proyectos de producción y exportación. También participamos de la Expo Escobar y nos sentimos muy cómodos. Trabajamos muy bien en el área de Empleo, donde nos ayudaron a encontrar gente para la fábrica, y somos parte de la Unión Industrial de Escobar (UIDE), lo que nos permite estar conectados con otros empresarios de la zona”.

Del Municipio también recibieron apoyo y soporte para capacitarse en exportación, a través de un programa lanzado en la provincia de Buenos Aires. En ese marco fueron invitados a una muestra que se realizó en Paraguay, el año pasado.

Marcos Montibello y Érica Giménez con el presidente de la Unión Industrial de Escobar, Sergio Munné
Acompañamiento. Montibello y Giménez con el presidente de la UIDE, Sergio Munné.

“Vivimos en un país raro, donde no dan los números, no hay forma. Somos muy caros en dólares, en pesos, somos caros en todo. Entonces, cuando querés hacer los números para exportar, no cierra. Tenés que vender los muebles carísimos y no hay público. Es una pena, porque pusimos mucho esfuerzo por acomodar precios y costos. Trabajamos con una asesora que nos asignaron, con quien hicimos un análisis muy concreto. Eso mismo le pasa a varios colegas”, se lamenta Montibello.

Más allá de los contratiempos, los creadores de Montbel supieron, en poco tiempo, encontrar un lugar propio dentro del amplio mundo de la decoración. Y hacer “muebles para siempre”, como les gusta decir, porque el acero inoxidable hace que esa frase no sea una hipérbole sino una realidad.

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