Por cuarto año consecutivo, el partido de Escobar logró un apreciable descenso de la mortalidad infantil. Además, la última medición se convirtió en un nuevo récord histórico, ya que nunca se había dado un registro tan bajo a nivel local. Una noticia para celebrar.
Recientemente, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires dio a conocer los datos oficiales correspondientes a 2023, que es la última medición disponible hasta el momento. Las estadísticas dan al municipio de Escobar con una tasa de mortalidad de 5,68 cada 1.000 bebés nacidos. Esto representa un descenso de casi un punto en comparación a la estadística de 2022, cuando el índice local dio 6,58. Pero porcentualmente la mejora interanual es de 14%.
El dato cobra aún mayor relevancia si se tiene en cuenta que la tasa provincial de mortalidad infantil -o sea, el promedio de los 135 municipios bonaerenses- en 2023 fue de 7,6 cada 1.000 nacidos. Escobar estuvo casi 2 puntos por debajo de esa marca. No obstante, el índice bonaerense también descendió (había sido 7,8 en 2022) y alcanzó el nivel más bajo de tu historia.
Desde el Municipio celebraron este nuevo récord positivo en un indicador sanitario tan sensible, que cuando Ariel Sujarchuk inició su primer mandato en la Intendencia, en 2015, era de 11,9 por mil. El dato de 2023 refleja un descenso de 52% respecto de aquel punto de partida y es el más bajo del partido de Escobar desde que empezó a elaborarse esta estadística, en 1991.
“La clave de estos números está en el trabajo interdisciplinario que realizamos para ofrecer un mejor acceso a la salud y una atención integral. Se trata de un proceso que requirió y requiere mucha planificación y que hoy desarrollan profesionales de diversas áreas, enfocados no solo en el plano estrictamente sanitario sino también en el aspecto social, psicológico y económico de los pacientes”, expresó el intendente Ariel Sujarchuk.
“Los datos no son producto de la casualidad, sino resultado de un Escobar que progresa con un sistema sanitario robusto y de vanguardia. Gracias a una inversión histórica en infraestructura, tecnología de última generación, insumos y recursos profesionales”, agregó el jefe comunal.
Por el momento no se cuenta con información desagregada de la tasa de mortalidad infantil de 2023 en la Región Sanitaria V, a la que pertenece Escobar, por lo cual no es posible aún trazar comparaciones con la evolución de otros distritos del mismo agrupamiento.
El peor registro de mortalidad en el partido de Escobar se dio en 1991, con un índice de 28,9 fallecimientos cada mil bebés menores de un año. Desde entonces, de manera paulatina y a veces oscilante, se inició un proceso de disminución que en 2023 alcanzó su punto más bajo.
Panorama bonaerense
Al igual que en Escobar, el sistema de salud de la provincia de Buenos Aires también festejó haber alcanzado los niveles de mortalidad infantil “más bajos de la historia”. Cuando comenzó el gobierno de Axel Kicillof, en 2019, los índices marcaban 9,1 fallecidos por cada 1.000 nacidos. Tras una “tendencia decreciente” sostenida, en 2023 bajó a 7,6.
“Es un indicador sanitario integral que incluye factores de desarrollo social como la vivienda, el acceso a la salud y la alimentación”, explicó el ministro Nicolás Kreplak al referirse a la mortalidad infantil, que mide la cantidad de niños y niñas menores de un año que fallecen.
Según el funcionario, una de las claves para bajar este indicador fue “la implementación del Plan Quinquenal Bonaerense”. Esto incluyó mejoras en las redes de derivación perinatal y pediátrica, la vuelta del programa Qunita y aumento de las terapias intensivas neonatales y pediátricas.
Estos gratificantes progresos se dan en un contexto internacional en el que la mortalidad infantil alcanzó registros mínimos a nivel global en 2022 y 2023, según informes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de otros organismos.
Las principales causas de mortalidad infantil en Argentina incluyen afecciones perinatales, como la prematurez y complicaciones durante el parto, así como malformaciones congénitas. La reducción de estas tasas se logró mediante estrategias como el seguimiento riguroso del embarazo, mejoras en la atención neonatal y programas de prevención y tratamiento oportuno de infecciones.
Aunque los avances son significativos, persisten desafíos relacionados con las desigualdades regionales en el acceso a servicios de salud. Estudios recientes indican que, si bien la mortalidad infantil ha disminuido en todo el país, las provincias con mayores niveles de pobreza registran tasas más elevadas, evidenciando la necesidad de políticas focalizadas para abordar estas disparidades.
