Fue figura y máximo goleador del Stuttgart, que obtuvo el subcampeonato y el ascenso a la primera división alemana. Además, integra la Selección Argentina y sueña sin límites: “Este es mi mejor año, creo que me esperan grandes cosas”, afirma el escobarense, ilusionado.

La carrera futbolística de Nicolás González (22) es la que cualquier pibe sueña cuando empieza a patear una pelota en el patio de la casa. Llegar a primera, hacer goles, ser transferido a un club importante de Europa y jugar en la Selección. Todo eso se le dio a este joven escobarense oriundo del barrio Stone, que vive un momento ideal en su vida deportiva y profesional.

Juega en el Stuttgart desde julio de 2018, cuando el club teutón le pagó 8,5 millones de euros a Argentinos Juniors y lo convirtió en la venta más cara de la institución conocida por ser “semillero del mundo”, por la gran cantidad de futbolistas destacados que formó. Incluso, dejó más plata en la tesorería del Bicho que el pase de Diego Maradona a Boca en 1981.

Alemania fue el primer país en donde se volvió a jugar después del parate obligatorio por el coronavirus. El 17 de mayo, sin gente en las tribunas y con estrictos protocolos de seguridad, Stuttgart cayó 2 a 1 ante el Wehen Wiesbaden y González marcó la única conquista de su equipo. Desde ahí tuvo una seguidilla tremenda: en los siguientes ocho partidos convirtió 7 tantos, incluyendo dos dobletes consecutivos, al Sandhausen y al Nuremberg, más tres asistencias de gol.

La última fecha se jugó el domingo 28 y Stuttgart llegaba con el ascenso casi en el bolsillo. Para asegurarse el regreso a primera le alcanzaba con empatar de local ante Darmstadt. Pero inesperadamente cayó por 3 a 1. Así y todo, logró el ansiado retorno a la Bundesliga porque su escolta, Heidenheim, también perdió.

No fue la mejor tarde para el escobarense, ya que sintió un pinchazo en la parte posterior de un muslo y debió ser reemplazado a los 40´ del primer tiempo. Pero al final fue todo alegría: el albirrojo se coronó subcampeón con 58 unidades, diez puntos atrás del ya consagrado Arminia Bielefeld.

“Ascender fue una tranquilidad. El primer año que estuve acá me costó mucho adaptarme al idioma y a las leyes distintas. Este torneo sufrimos bastante, perdimos muchos partidos y uno se ponía a pensar si lograríamos ascender o no. Era todo cuesta abajo en un momento, pero pudimos cumplir el objetivo. Para mí fue un alivio enorme”, le cuenta el futbolista a DIA 32, que lo entrevistó horas después de consumado el retorno a primera.

Las estadísticas de González en la temporada son elocuentes: fue el máximo goleador de su equipo, con 14 gritos en 27 partidos, el extranjero con más goles en la liga y el octavo artillero del certamen.

“Fue mi mejor año desde que juego profesionalmente, hice muchos goles y di asistencias. Fue algo muy lindo, me da mucha tranquilidad porque sé que estoy a la altura de grandes jugadores. Me siento con mucha confianza, quiero seguir trabajando para seguir demostrando y que me vean”, afirma el zurdo, que puede jugar de carrilero o como acompañante de un centrodelantero, según el esquema táctico.

Stuttgart ganó tres veces la liga y otras tantas la Copa de Alemania. Ahora que volvió a primera, tratará de reencauzarse. “Jugué la Bundesliga en mi primer año y es muy lindo poder enfrentar a grandes jugadores y equipos en estadios hermosos. Esas cosas se tienen que disfrutar siempre. Si me toca quedarme, voy a trabajar para seguir mejorando”, promete, pensando en su futuro. Por lo pronto, en julio tendrá vacaciones en el verano europeo y después se reincorporará a las prácticas del Stuttgart.

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Raíces en Escobar

Su pasión por el fútbol data de cuando era un pequeño. Se inició en Sportivo Escobar y después siguió por el Club Belén, hasta que a los 8 años llegó a Argentinos Juniors. Antes había pasado por el baby fútbol de Parque Chas, donde llegó porque también jugaba allí su hermano mayor. Estuvo una semana en River Plate y un día en Platense. Como las experiencias no le habían gustado demasiado, eligió no ir más.

Después de las experiencias frustradas en esos clubes le surgió otra chance más. Rodrigo Lista había sido su DT en Parque Chas y un día lo llamó para ver si quería ir al Bicho de La Paternal. Haber aceptado esa invitación es una decisión que marcó su vida para siempre. “No tuve pruebas ni nada, me ficharon directamente. Argentinos siempre me brindó apoyo y se preocupó desde el primer momento por mí”. Su debut fue el 27 de julio de 2016, en la B Nacional.

González se consagró ante los hinchas con el agónico gol que logró ante Gimnasia de Jujuy a los 43´del segundo tiempo, a pocos minutos de haber ingresado. Ese tanto, en julio de 2017, le valió el ascenso a su equipo tras una temporada en la segunda división.

Pensar que casi deja el fútbol dos veces, cuando estaba en 9° y 8° división. El cansancio de los viajes desde Escobar hasta La Paternal lo hizo dudar, pero su familia lo animó en los momentos de angustia y debilidad, algo que hoy agradece. “Por suerte no dejé. Pero los viajes se complicaban: era colectivo, tren, combi. Por eso disfruté tanto cuando me tocó debutar. Supe aprovechar el momento por todo lo que me había costado. Era lo que había soñado siempre”, sostiene.

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Jugador de selección

Otro gran mojón en su ascendente carrera se dio en 2019, cuando lo convocaron por primera vez a la Selección Argentina. Fue para integrar el plantel Sub 23 que jugaría los Panamericanos de Lima, con Fernando Batista como director técnico. Ese equipo se consagró campeón.

Meses más tarde llegarían las citaciones de Lionel Scaloni, para la selección mayor. Estuvo como titular en el amistoso frente a Ecuador, jugó 70´ en muy buen nivel y el equipo ganó 6-1; también participó 15 minutos ante Brasil (1-0) y la última vez que se calzó la camiseta celeste y blanca fue en otro amistoso, ante Uruguay, 2-2. En esa gira compartió plantel con Lionel Messi.

“No podía creer estar cerca de él. De chico soñaba en jugar al lado suyo, trataba de no mirarlo mucho, pero a la vez no le sacaba la vista de encima”, confesaría después de haber conocido al astro del Barcelona.

Este buen presente no hace más que ratificar sus chances de seguir estando en las listas de la Selección, algo bastante factible por haber logrado la consideración del actual DT. “No sé si me gané un lugar, yo trabajo para estar y trato de hacer las cosas bien. Tengo que demostrar partido a partido. Este año mi objetivo es pelear una Copa con mi equipo y estar en los primeros lugares. Creo que me esperan grandes cosas”, afirma, ilusionado.

“Nico” ya logró dos ascensos en su carrera, llegó a Europa, a la Selección y se proyecta como uno de los jugadores argentinos más importantes de la nueva camada de elite. Talento de potrero, del barrio Stone al mundo.

VÍA WYSCOUT

Los alemanes lo descubrieron por Internet

En otras épocas, para encontrar a un jugador argentino los clubes europeos tenían que basarse en trascendidos o confiar ciegamente en los fundamentos de los ojeadores (especialistas que buscan futbolistas por todo el mundo). Así fue como el Barcelona descubrió en 2000 a un jovencísimo Lionel Messi en las inferiores de Newell’s.

Con el avance de la tecnología, eso cambió bastante. Ahora, los clubes tienen todo al alcance de la mano. De hecho, fue a través de una plataforma virtual llamada WyScout que Stuttgart se enteró de Nicolás González y terminó convirtiéndolo en la venta más cara de la historia de Argentinos Juniors.

Directivos de ambos clubes se conocieron en un evento organizado anualmente por la empresa, de origen italiano. A partir de allí, desde Alemania siguieron al joven delantero por WyScout y, tiempo después, desembolsaron 8,5 millones de euros por su transferencia. La inversión se pagó sola: González fue clave para que Stuttgart vuelva a la Bundesliga.

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