Tras alejarse de TN y el 13, el periodista de internacionales se sumergió en nuevos emprendimientos sobre plataformas digitales que dirige desde la oficina que montó en su casa de Maschwitz. “Me cansé y di el grito de Ipiranga”, le contó a DIA 32.

Hace quince años, durante el “efecto Tequila”, el banco mayorista donde trabajaba como analista internacional fundió y Andrés (44) no tuvo otra opción que pedirle ayuda a su hermano mayor, Nicolás Repetto. Habiéndose metido en el mundo de los medios, y viendo cómo podía utilizar su título de licenciado en Relaciones Internacionales, uno de los socios del reconocido conductor televisivo lo puso en contacto con el noticiero de Canal 13, donde comenzó a hablar sobre temas del exterior.

“Ahí empecé a correr, correr, laburar y laburar, porque esta es una profesión tremenda, muy dura. Después el mundo explotó y yo estaba en el lugar y en el momento indicado, tratando de decir lo más inteligente posible. Todo conjugó, se comenzaron a dar las guerras, los atentados, cosas de las que yo venía hablando desde hacía tiempo”, explica.

Durante 12 años transmitió lo que ocurría en el extranjero en los noticieros del 13 y TN, donde también conducía el programa TN Internacional. Sin embargo, luego del largo tiempo viviendo una intensa vorágine al servicio incansable de las primicias, en 2008 decidió independizarse. Lanzó tres portales en la web: Observadorglobal.com (de noticias internacionales); Notio.com.ar (de noticias nacionales) y Viajeroglobal.com (dedicado al turismo en Argentina y en el mundo) y se sumergió en el universo de los medios digitales.

Desde hace tres años se radicó en Ingeniero Maschwitz. Dejó un barrio privado en Benavidez por uno abierto cerca de la ruta 26 y se hizo una casa en la que vive con su mujer y sus tres hijos, al lado de la de su hermana, la artista plástica Inés Repetto. “Estoy feliz de estar en Maschwitz. Cuando vi los dieciséis eucaliptus que hay en el lote que terminé comprando no lo dudé un segundo”.

Poco tiempo después, los hermanos Repetto también convencieron a su madre para que se viniera para estos pagos. Andrés montó la oficina en su casa y cambió los pasillos de un canal de televisión por regar el pasto durante las tardes, una tarea que lo hace engendrar nuevos emprendimientos. Ahora, por ejemplo, está pensando en hacer un canal de televisión online las 24 horas en vivo.

En medio de sus planes y el trabajo cotidiano, el autor de La última cruzada -el libro que publicó en 2006- se hizo un hueco para tomar un café con DIA 32 en una gélida mañana de julio. El encuentro se produjo en el recientemente inaugurado sector del Paseo Mendoza, donde su hermana tiene un espacio de arte; su mujer un estudio de arquitectura y una juguetería, y mientras su madre y su suegra desayunaban en una mesa contigua.

-¿Qué medio o programa de televisión harías si tuvieras todo el apoyo económico?
– Estaría viajando a Siria, a México, a todos lados, posteando desde el lugar y en el segundo en que suceden los hechos. Mi sueño es alguna vez tener los recursos para ir a cubrir lo que quiera. Creo que ese poder estar en todos lados en algún momento se va poder sostener a través de sponsors. O a través de la gente, como lo hace un periodista francés: abre una cuenta donde todos depositan dinero y le dicen adónde quieren que vaya

-¿Qué te dejaron esos 12 años en la pantalla de Canal 13 y TN? ¿Cuál fue el mayor aprendizaje?
– Me dio la posibilidad de generar un producto, que soy yo. Eso viene de la mano de muchos años de laburo. Además, yo aprendí el oficio recorriendo los pasillos del canal, y de mis pares, que fueron todos mis compañeros. Estoy agradecido porque sino hubiera sido por esa plataforma, y calculo que por no decir muchas pavadas juntas, porque sino la gente no me seguiría, hoy tengo la posibilidad de tener un pequeño medio.

– Te fuiste de los canales del Grupo en 2008, ¿cuáles fueron los motivos del alejamiento?
– Me cansé y di el grito de Ipiranga, necesitaba independizarme. Ahí me asocié con unos capitalistas y lancé los primeros tres portales. La ausencia de exposición en pantalla no me impactó demasiado. Al principio sentía que me reconocían más que cuando estaba al aire todo el tiempo. Durante dos años y medio no me importó nada hasta que me ofrecieron Telefé, donde acepté estar porque es bueno que la gente te siga viendo. Quizás también haga otras cosas, pero sin perder la independencia que tengo ahora. Un canal de 24 horas de noticias te quema la cabeza.

– En aquella época todavía no existía la pelea del Gobierno y Clarín. Mientras trabajaste en el canal, ¿alguna vez sentiste que no estabas haciendo “periodismo independiente”?
– No creo ni en el periodismo independiente ni en la objetividad. Eso en contra del slogan del grupo, aunque nunca me sentí trabajando en un grupo, yo trabajaba en TN y Canal 13, donde siempre tuve plena libertad para decir lo que pensaba. Seguramente cada medio tiene su negocio y sabe lo que quiere comunicar.

-¿Jamás te sentiste coartado?
– En lo más mínimo. Además, la realidad es que yo hablaba de Rusia, no creo que Boris Yeltsin o Putin me mandaran una carta documento. En algún momento álgido, con temas como los de la comunidad judía, con guerras, me preguntaban de dónde sacaba la info, pero siempre creyeron mucho en lo que yo transmitía. Amén de que me puedo haber equivocado muchas veces, no lo hacía adrede. Confiaban en mi seriedad a la hora de captar la información.

-¿Cómo es la idea de descreer del periodismo independiente y la objetividad, que son dos valores que la gente supone intrínsecos al periodismo?
– Es problema de la gente y calculo que hay medios que quieren venderlo así. Lo que yo aprendí con el tiempo es que hay que ser fiel con uno mismo, eso es lo importante. No significa que no puedas estar equivocado de acá a la China, pero hay que tener mucho coraje para decir lo que uno piensa. Muchas veces tuve la suerte de que lo que yo pensaba después fue sucediendo y la gente acompañaba esa evolución de pensamiento.

-Si el público no puede esperar ni independencia ni objetividad, ¿qué le tiene que reclamar a un comunicador o a un periodista?
– Calculo que le tiene que reclamar que la honestidad de esa persona sea la que está transmitiendo. Hay gente que te sigue porque te ve y te viene siguiendo desde hace un tiempo. Entonces, si yo soy un crítico y digo que el presidente sirio, Bashar Al Assad, es un tipo fenomenal, el público va a ver un cambio. Yo no sé qué tiene que esperar la gente, sé lo que espero de mí. Si eso se conjuga con gente que te sigue y te lee, fantástico. Por suerte cada vez hay más comunicadores, porque cada vez hay más medios que forman nuevos líderes para generar un nuevo mundo.

– ¿Cómo actuás cuando tenés que dar una noticia que afecta a cualquiera de las empresas que te auspician?
– Es mentira que no lo pensás dos veces antes de decirlo, porque vos comés de eso. Creo que es una batalla que se puede dar en muchos momentos y en cada momento uno decidirá qué hace. Igual, creo que tienen mucho más para jugarse los que hablan de deportes y política, porque los insultan todo el día. Mi público es más reducido.

-¿Qué papel juegan los nuevos medios como las redes sociales?
– Cada uno de nosotros hoy tiene un poder que parecía imposible. Hay desconocidos que tienen muchísimos seguidores en Twitter, por ejemplo, porque tienen opiniones muy interesantes y cuentan con un espacio donde expresarlas. Se abre un mundo de nuevos medios, de nuevas opiniones. Con menos vedettes… La gente se va a tener que tomar más tiempo para leer.

– ¿Tenés una opinión formada sobre la Ley de Medios?
– La verdad que no la leí. Si supuestamente es para que surjan más medios, está buenísima; si es para ir en contra de alguien, no. Creo que en la vida las cosas construyen o destruyen. Si se hizo para construir, bienvenida; si se hizo para destruir, me parece que es poco inteligente.

-¿Qué programas elegís a la hora de sentarte a mirar televisión?
– Me gusta mucho 6,7,8, me divierte que a veces me quieran hacer pensar de otra manera o que traten de mostrarme otra cara de lo que otros medios muestran. Pero me encantaría que en un canal del Estado hubiera también un 8,9,10, ya que como Estado tiene una doble responsabilidad. Todos al informar tienen una responsabilidad, pero hay que saber que los medios son privados y como son privados dirigirán su comunicación a un determinado negocio y será tarea de la gente darse cuenta. El del Estado, como es un canal de todos, debería mostrar también una voz contraria, porque 6,7,8 no hace defensa de un Estado sino de un Gobierno.

– ¿Esa voz contraria no está en otros medios y en programas como el de Lanata, por ejemplo?
– No sé si eso es real. Me parece que antioficialistas han quedado pocos. Hay muchos que con no informar ciertas cosas también apoyan a alguna parte. Partimos de un lugar equivocado, pensar que está bien que en un canal estatal haya un programa defendiendo a un Gobierno. Yo no quiero ninguna de las dos cosas pero me gustaría que fuera un poco más amplio. También me gustaría que los privados informaran más la realidad y dejaran de decir que todo lo que pasa es por la inseguridad, como dijo La Nación sobre lo de Cañuelas. Aunque en este mundo no hay verdad ni mentira, todo depende del cristal con que se mire.

– ¿Ocurren en otros países estas guerras de medios y la utilización de los diarios y la televisión en función de un partido político?
– A mí me preocupa a qué tipo de democracia estamos apuntando en toda la región, más allá de la utilización de los medios. Hay mucha gente afuera y adentro de Venezuela, por ejemplo, que dice que es una dictadura. Y la verdad que no lo es. Si hay un tipo que se ha cansado de ganar elecciones es Hugo Chávez Frías. Que utilice todos los elementos del Estado para un partido político es una realidad y no me parece que esté bien. De esa manera tiene el poder de inclinar la balanza, como pasó ahora en México, donde gastaron mucho más dinero del permitido para la campaña y ahora hay que ver si se compraron o no votos. Paraguay con el golpe de Estado, Honduras hace un tiempo, Colombia con el bombardeo a un país hermano y nadie hizo nada. Es como que las cosas pasan y está todo bien, no pasa nada. Nos vamos acostumbrando a un estándar cada vez más bajo.

– ¿Dónde está ubicada Argentina con respecto al resto de los países de Latinoamérica?
– Con una tendencia ideológica que hay en la región cada vez más fuerte. Lo que yo veo de la realidad nacional es que me dejan pensando si realmente saben lo que hacen. Por ejemplo, no estoy a favor de que no te dejen comprar dólares porque por más que digan que toman esa medida para tal cosa, ¿sabe alguien dónde está realmente la luz al final del túnel? Hoy ya no hay nadie que la tenga atada. Los países del primer mundo, el cual no creo que exista, están demostrando que también tienen su basura debajo de la alfombra y que tampoco saben a ciencia cierta cómo salir del túnel. Da la impresión de que nadie sabe cuál es el camino.

– Afirmaste que lo que pasó en Paraguay fue un golpe de Estado…
– Sí, hablé con el padre de la Constitución paraguaya, con el abogado de Lugo, con un analista político, y hablan de golpe parlamentario. Yo entiendo que el 99% de los paraguayos lo querían sacar a Lugo porque fue un presidente desastroso desde lo ético, pero fue lo mismo que hicieron con Manuel Zelaya en Honduras, aunque esto fue más apropiado porque no lo sacaron en pijamas de la casa. Pero pienso si no hubo acuerdos previos, porque Franco habló con el embajador brasileño, no habló con cualquiera, y le dijo: “A la tarde voy a asumir”. ¿Brasil le habrá dado un ok? ¿Le habrá dicho “nosotros te vamos a retar, te vamos a suspender del Mercosur, vos hacéte el enojado y después todo sigue igual”? Me preocupa eso, vamos atrás de los hechos consumados, de deditos levantados y todo queda ahí.

“Me gusta mucho ‘6,7,8’, me divierte que me quieran hacer pensar de otra manera. Pero me encantaría que en un canal del Estado hubiera también un ‘8,9,10’”.

-A tu entender ¿cuál es la mayor crisis mundial que se está viviendo actualmente?
– La falta de liderazgo global. Por eso yo hablo de estos nuevos líderes que nacen para un nuevo mundo. Creo que el mayor problema es que la gente está perdida, que se caen paradigmas, pero al mismo tiempo creo que lo que nos dieron para sacarnos fotitos y mandarnos pavadas vía Facebook y Twitter, hoy se empieza a transformar en una herramienta maravillosa donde la gente empieza a poner mucho más que fotitos. Y eso, Gran Hermano, entendido como poder, comenzará a darse cuenta y empezará a tratar de sacarnos esa magia que hoy tenemos. En un mundo sin líderes, al mismo tiempo están naciendo otros que son gente como nosotros que de golpe tienen la oportunidad de generar conciencia.

– ¿Por dónde crees que viene la nueva conciencia?
– Creo que dejás de consumir agua cuando abrís el grifo y no hay, hasta el último día seguís usando y derramando. Nosotros ya nos criamos así, pero hay chicos que vienen con otra noción. Si los científicos, que para mí son los nuevos líderes, le pegan en un 20% a lo que dicen que ocurrirá en las próximas décadas, el mundo va a tener un gran problema. Si bien puede haber guerras, para mí el gran desafío son las consecuencias del cambio climático, el calentamiento global y lo que va a pasar. Creo que son esas cosas las que van a generar la nueva ola de protestas sociales.

Con nombre propio

El último desafío para Andrés Repetto llegó en enero de este año, cuando dejó de actuar activamente en los primeros tres portales que creó y lanzó uno con su propia marca: andresrepetto.tv. “Ahora yo me vendo por mí”, dice, y explica que “es como un blog punto tv, porque todo va migrando a los videos. La gente cada vez quiere leer menos y es por eso que la mayor parte del contenido es imagen con muy poco texto, que explica lo que se está visualizando”.

El portal se destaca por el programa participativo aronline.tv, que utiliza una moderna herramienta de web conference permitiendo que varias personas a la vez puedan estar hablando y haciéndole preguntas al invitado en tiempo real. Sale los viernes a las 21, generalmente con un entrevistado del exterior especialista en algún tema.

“El público tiene la posibilidad de hablar con científicos, con gente realmente importante a la que de otra manera no tendría llegada. Trato de correr al periodista del ego y ser simplemente un facilitador”, señala Repetto, quien dentro del mismo portal planea un segundo programa, de 11 minutos semanales, que será un resumen de las principales noticias internacionales.

repetto con su nueva marca

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