Sorteando la barrera de los prejuicios y dándole continuidad a la idea de organizar eventos para promover el desarrollo y la identidad local, el Municipio se animó a dar un paso adelante al realizar el Primer Encuentro Cultural de Cerveza Artesanal, que tuvo lugar del sábado 22 al lunes 24 en el predio del polideportivo de Belén de Escobar.
Lejos de ser una bacanal de ebriedad y lujuria, como hay quienes imaginan a estos acontecimientos, se trató de una propuesta integradora y familiar, que también ofreció numerosos espectáculos artísticos, una feria de emprendedores y artesanos, juegos infantiles, puestos de flores y plantas, concursos y sorteos.
“Nos gustó mucho y el balance es más que positivo. Vimos muchas familias, mucha tranquilidad y mucho interés. La gente no sólo vino a tomar sino a informarse y muchos se fueron con la inquietud de aprender a hacer cerveza artesanal. Eso es lo mejor”, expresó Leonardo, de la cervecería Del León, de Don Torcuato.
La gente pudo elegir entre una decena de rubias, negras, alemanas, escocesas y otros sabores de cuidada elaboración artesanal: BarbaRoja (Belén de Escobar), Tabuss (Garín), La Reserva (Los Cardales), Ceres (San Fernando), Antares (Mar del Plata), Ares (Del Viso), La Loggia, Duendes de Alejandría (Tortuguitas), Beata y Boudicca (Villa Adelina).
El patio cervecero tuvo su maridaje ideal con un sector gastronómico donde sobresalieron las salchichas alemanas, la comida turca, el tradicional pollo al barro escobarense, las empanadas tucumanas y los quesos y embutidos caseros, entre otras exquisiteces.
Para los organizadores, el balance fue positivo. Se cortaron unos 23 mil tickets, lo que da una recaudación aproximada de $350 mil solo por los bonos contribución que se cobraron como entrada para mejoras en el teatro municipal y la Casa de la Cultura de Escobar.
Del lado del público las aguas quedaron divididas: así como, en general, la propuesta fue aplaudida y elogiada, hubo algunas quejas, sobre todo por los precios -como ejemplo, cada vasito de cerveza costaba $30-, que no fueron precisamente populares.
Por su parte, los productores de cerveza quedaron pipones y entusiasmados: la afluencia de público redundó en buenas ventas y hay expectativas de que el November Fest escobarense haya llegado para quedarse.
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