Mientras el conflicto por la instalación de las centrales termoeléctricas en el límite con la localidad de Villa Rosa sigue en marcha -intervención judicial mediante-, los vecinos de Matheu ahora tienen abierto un nuevo frente de batalla: un depósito de garrafas que se está construyendo sobre la ruta provincial 25 y que puso en alerta a todo el barrio Los Pinos.
La historia comenzó en julio de 2017, luego de que el terreno ubicado en la intersección de la ruta provincial 25 y la calle Los Pinos fuera vendido y un ejército de obreros arrasara con todo en solo un día. Sorprendidos, los vecinos descubrieron que estos hombres trabajaban para Extragas, una importante empresa del rubro con sede central en Cañuelas.
Preocupados, se pusieron a investigar sobre el tema y, advertidos de los peligros, realizaron una denuncia en la Defensoría del Pueblo de Escobar. Al poco tiempo se clausuró la obra. Pero recientemente volvieron las máquinas y se reavivó la preocupación.
“Acá hay dos problemas: por un lado, no queremos el depósito de garrafas porque es de un peligro altísimo. Hay establecimientos de este tipo que ya explotaron, como el famoso caso de General Rodríguez -en 2014-, y un propio representante de la empresa nos vino a decir que ante un eventual siniestro la onda expansiva es de trescientos metros. O sea, el riesgo es latente”, explica Ina Centurión a DIA 32.
El otro tema son las inundaciones. “Ese terreno funcionaba como un reservorio de agua y ahora, cada vez que llueve, se inunda toda la cuadra. La empresa elevó el terreno 1,60 metros sobre el nivel del suelo y el agua se queda estancada en la calle porque no tiene escapatoria. Hicimos esclusas, un zanjón que fue tapado por la empresa y ya no sabemos qué más hacer para que el agua no nos entre a las casas”, agrega la mujer, quien oficia de vocera de sus vecinos.
Junto a estas legítimas preocupaciones, los frentistas denuncian otras falencias del establecimiento: las líneas de media tensión pasan por el frente del predio, los camiones no tienen radio de giro y se está alzando un muro de 15 centímetros en vez de 30. Además, la ordenanza municipal que permite este tipo de instalación es de 2009, cuando la mayoría de los vecinos de la calle Los Pinos no vivía ahí. “Hoy esto es claramente una zona residencial, donde debe prohibirse este tipo de actividad comercial”, argumenta Centurión.
Ante semejante panorama, los damnificados abrieron expedientes, presentaron un pronto despacho y golpearon todas las puertas habidas y por haber para hacer oír su reclamo. Así lograron ser atendidos por varios funcionarios y concejales. Sin embargo, la respuesta deseada sigue haciéndose esperar. O mejor dicho, todo indica que nunca va a llegar.
“Estamos muy enojados porque el propio intendente nos mintió en la cara: lo tenemos grabado cuando en una reunión por las termoeléctricas nos dijo que esto no se iba a hacer porque estaba en sus manos y se enteró que era peligroso. Pero el depósito ya fue habilitado -sería para 200 garrafas de gas licuado de petróleo (GLP)- y se sigue construyendo, vulnerando un montón de normas. Es muy perverso todo”, concluye la mujer, para quien se trata de una batalla casi perdida.
Desde el Municipio, ante una consulta de esta revista, respondieron que el predio se utilizará solamente como depósito, por lo que no realizará cargas en el lugar, y que cuenta con las aprobaciones locales y provinciales correspondientes, así como también cumple con la Ley de Hidrocarburos, “ya que la ubicación del emprendimiento cuenta con los retiros reglamentarios con respecto a los terrenos vecinos lindantes”.
En definitiva, una nueva y seria preocupación para los vecinos de Matheu.