Por DAMIAN FERNANDEZ
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Sin ninguna presentación rimbombante ni mucho menos, desde el pasado 19 de octubre una nueva fuerza de seguridad funciona en Escobar. Se trata de la Unidad de Policía de Prevención Local, integrada por 148 agentes que vigilan las calles céntricas de todo el distrito.
La flamante Policía Local está compuesta por 77 mujeres y 71 hombres de entre 18 y 35 años, todos ellos con domicilio en el partido, quienes egresaron de la Escuela de Cadetes tras seis meses de instrucción teórica y práctica. Casi todos recorren las calles a pie, aunque la fuerza también cuenta con cinco patrulleros. El personal está dividido en dos turnos: de 7 a 15 y de 14 a 22. Su sueldo es abonado por la Provincia y orilla los 10 mil pesos.
“En Belén de Escobar es donde hay más personal. Y después, según la necesidad de cada centro comercial, las cuadras que tenga o el requerimiento del titular de la comisaría, se envían tantos efectivos y un móvil que recorre cada localidad”, explica a DIA 32 el comisario Ricardo Allende, jefe de la unidad cuya base operativa está en Colectora Este 682, donde funcionaba el primer Centro de Monitoreo del Municipio.
Esta distribución geográfica responde a “un mapa delictual que fue confeccionado por el Comando de Prevención Comunitaria, la Cámara de Comercio y el secretario de Seguridad del Municipio, Walter Gómez”, afirma Allende.
Los 148 “caminantes”, como se los llama formalmente, portan armas reglamentarias y poseen las mismas facultades que cualquier agente de la Policía Bonaerense. Sin embargo, tienen una característica que los diferencia notoriamente del resto, su proximidad, una especie de remake del célebre “policía de la esquina”, que rompe de plano con el estereotipo negativo del uniformado.
“Nuestra tarea es más específica, de más acercamiento hacia la ciudadanía, porque el móvil pasa a una velocidad que no puede estar saludando a todos los vecinos. En cambio, el caminante se entrevista con cada comerciante y vecino y les pregunta cuáles son las problemáticas específicas de ese lugar que le toca cubrir”, argumenta el oficial principal Marcelo González, segundo jefe de la fuerza. Y subraya: “Hay que generar esa confianza entre el ciudadano y el policía que se perdió”.
El hallazgo con vida de una joven de Maquinista Savio que había desaparecido de su domicilio; la persecución a pie de un delincuente que robó una bicicleta delante de sus narices y varias aprehensiones por “hechos menores” -portación de estupefacientes y resistencia a la autoridad- son, hasta ahora, las intervenciones más destacadas de “Los Pitufos”, como ya son conocidos popularmente estos agentes por su llamativa vestimenta azul francia y blanca, similar a los personajes de esa recordada serie de dibujos animados.
Quizás por todo esto, y fundamentalmente por la buena predisposición de sus integrantes, los vecinos y comerciantes ven con aprobación el debut de la Policía Local en Escobar. “Recién hace un mes que empezamos y la verdad es que la gente está muy conforme. No se siente sola y está tranquila, porque sale y ya ve al policía caminando ahí. El saldo es positivo”, sostiene el jefe de la fuerza.
Igual, todavía hay mucho por mejorar. “Por ahora los caminantes están solamente en los centros comerciales porque son nuevitos y para lo que es Escobar son pocos. Con el tiempo, y a medida que vayan tomando experiencia, vamos a extender las cuadras y a ir hacia el interior”, expresa Allende, a la vez que estima que “a mediados de 2016, cuando se termine un nuevo curso”, se sumarán más oficiales.
Por lo pronto, la Policía Local ya es una realidad en el distrito y quizás con el tiempo se convierta en uno de los mejores recuerdos que pueda tener la población del gobernador saliente.
