Los nuevos desafíos que se presentan en la sociedad actual obligan a los gobiernos municipales a absorber funciones y responsabilidades que antes no eran de su incumbencia. Uno de ellos es el combate contra la inseguridad. Por eso, las intendencias deben asumir un rol cada vez más protagónico y buscar nuevas estrategias para tratar de reducir los índices delictivos.
En este aspecto, la tecnología es un aliado fundamental, ya que permite soluciones novedosas. Cámaras de seguridad, de reconocimiento facial y de patentes, botones de pánico, iluminación inteligente, aplicaciones de seguridad ciudadana y el análisis de datos para la predicción de delitos son algunos de los instrumentos que contribuyen a reforzar las estrategias en la lucha contra el delito.
Entre estos avances innovadores se destaca la incorporación de armas no letales en las fuerzas de seguridad. Se trata de un tipo de armamento que no utiliza balas tradicionales ni pólvora y que tiene venta libre. Recientemente en el partido de Escobar se empezó a hablar de ellas porque el intendente Ariel Sujarchuk anunció que implementará el uso de este armamento, siguiendo el camino que en los últimos años iniciaron otras jurisdicciones del área metropolitana y del interior del país.
Un arma no letal es una herramienta diseñada para ser utilizada en intervenciones de mantenimiento del orden público. Por ejemplo, dispersar multitudes mediante el uso de la fuerza a distancia. A diferencia de las armas convencionales, su propósito es reducir el riesgo de causar muertes o lesiones graves.
Son pistolas que disparan municiones de impacto o un químico similar al gas pimienta, lo que permite neutralizar amenazas a corta distancia. Comercializadas bajo el nombre Byrna, son fabricadas por Bersa, una destacada empresa del sector con sede en la provincia de Buenos Aires. Byrna es una empresa originaria de Boston, Estados Unidos, que adquirió una compañía sudafricana poco después de su fundación. Esta firma había desarrollado una lanzadora corta con formato de pistola, diseñada para ser utilizada como un arma tradicional.
Hace dos años, Byrna se estableció en Argentina de la mano de Bersa, un histórico fabricante de armas cortas con más de 70 años de trayectoria en el mercado. En la actualidad, la empresa cuenta con una planta de fabricación ubicada en el Polo Industrial de Ezeiza.
Diferentes a las comunes
La pistola Byrna es de color naranja y se acciona por cartuchos de CO2 (dióxido de carbono). Son capaces de disparar proyectiles cinéticos redondos de calibre .68 completamente sólidos, químicos u orgánicos, como balines que se fragmentan al impactar y liberan una sustancia irritante parecida al gas pimienta. De esta manera, pueden incapacitar al atacante durante 30 minutos y desde una distancia de hasta 20 metros, sin necesidad de estar cerca del agresor.
El cuerpo de la Byrna está fabricado con polímeros reforzados de alta calidad y su empuñadura de goma presenta un diseño que mejora la retención. Funciona con cápsulas de CO2 de 8g o, en su versión extendida, de 12g -la g es de gramos-, y emplea la tecnología patentada pull-pierce, que evita que las garrafas se perforen hasta que se realiza el primer disparo.
Según normas internacionales, los policías deben portar estas pistolas en el pecho y no en la cintura, a fines de visibilizar la tenencia de este armamento. Al disparar, los proyectiles deben dirigirse hacia el tronco de la persona, ya que es la zona donde tienen mayor efectividad y no causan efectos adversos para la salud.
De acuerdo con la descripción del fabricante en su sitio web, es un arma “fácil de usar, segura y confiable”. Además, destaca que este dispositivo es su producto policial “más popular” y “la marca no letal elegida por las fuerzas de seguridad”.
Dado que las Byrna no son letales, su adquisición y uso no requieren permisos especiales. Esto las hace accesibles no solo para fuerzas de seguridad, sino también para particulares. Los precios de estas armas oscilan entre $680.000 y $750.000, ampliando su disponibilidad.
Aunque suele existir cierta confusión, las Byrna no tienen nada que ver con las pistolas Taser. Estas últimas son armas de electrochoque diseñadas para incapacitar a una persona mediante descargas eléctricas que imitan a las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, principalmente los brazos y las piernas, inmovilizando al sujeto de forma temporal.
El dispositivo Taser recibió fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos. También las cuestionó el Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas. En un dictamen, el organismo expuso que el uso de este tipo de armas provoca un dolor intenso, constituye una forma de tortura, y en algunos casos, puede incluso causar la muerte.
Distritos pioneros
Aunque quizás no sea un tema tan presente en la agenda pública, las pistolas Byrna son un recurso al que cada vez más gobiernos echan mano. Sin ir más lejos, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires incorporó en agosto 500 armas de este fabricante para combatir la inseguridad.
“Estas armas hacen la diferencia a la hora de proteger a nuestra policía y a los vecinos, y también a la hora de disuadir y neutralizar a los delincuentes. Ahora el policía tiene una instancia preventiva más, antes de que el delincuente saque su arma”, afirmó el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri.
Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó en mayo 1.000 de estas armas no letales para ser portadas por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). “¿Cómo es el uso de las armas? Cuando haya un peligro inminente de muerte del propio agente o de ciudadanos que están en peligro ante un ataque de delincuentes, criminales, mafiosos o narcotraficantes. Para impedir la comisión de un delito, cuando este delito es particularmente grave y ponga en riesgo la integridad física de las personas”, detalló la funcionaria.
Un mes antes se realizó la presentación y exhibición de la pistola Byrna en Chubut, con la intención de incorporar a esta arma disuasiva y no letal en la provincia patagónica en los próximos meses.
A su vez, la Policía de la provincia de Córdoba realizó en enero una jornada de capacitación y entrenamiento para empezar a usar 5.000 pistolas Byrna. Estas armas de letalidad reducida comenzaron a implementarse en 2023, durante la gestión de Juan Schiaretti, y bajo la administración actual de Martín Llaryora se planea intensificar su uso.
En cuanto a su efectividad, el gobierno cordobés informó que en los primeros 70 días del año la policía detuvo a 239 personas en 150 operativos en la ciudad de Córdoba, en los que se usaron armas no letales. Las intervenciones abarcaron casos de violencia urbana, familiar y persecuciones por robo, demostrando la utilidad de este tipo de armamento en situaciones de riesgo.
Pero Córdoba no fue la primera en utilizar esta herramienta, ya que previamente el municipio de Lanús había implementado el uso de las Byrna en sus equipos de Seguridad Ciudadana. Diego Kravetz, ex intendente interino, valoró su eficacia en situaciones de amenaza al destacar su capacidad para neutralizar a atacantes sin causar muertes ni daños a terceros.
En cuanto a su uso en otros países, Brasil ya adoptó la tecnología de Byrna. En noviembre de 2023 se realizaron entrenamientos con diversas fuerzas de seguridad en Río de Janeiro, consolidando su uso en la región y demostrando su potencial en América Latina.
Las Byrna en Escobar
El intendente Ariel Sujarchuk anunció días atrás la futura adquisición de pistolas Byrna para combatir la inseguridad a nivel local. Lo hizo primero a través de una publicación en sus redes sociales, donde compartió una entrevista en la que adelantó su decisión de dotar con este armamento a la Guardia Urbana y a la Policía Municipal, que próximamente suplantarán en sus funciones a la actual Prevención Comunitaria.
El jefe comunal también señaló que “son armas que tiran gas pimienta o balas de humo, con lo cual el agente no queda expuesto a una sanción por uso excesivo de violencia y puede descomprimir situaciones cotidianas, como puede ser una riña o discusiones de personas ebrias o que están afectados por algún consumo ilegal. Hasta recomiendo que la Bonaerense las use”.
Sobre su idea, dijo que la consultó “con múltiples especialistas”. Entre ellos nombró al ex ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni -actual rector del Instituto Universitario Policial Juan Vucetich-; al gobernador Axel Kicillof y al presidente del Partido Justicialista de la provincia, Máximo Kirchner. “En general hay un gran consenso”, aseguró.
Para formalizar su anuncio, el lunes 16 Sujarchuk convocó a una conferencia de prensa en la que presentó un proyecto de ley para crear una policía municipal con armas de letalidad reducida en la provincia de Buenos Aires. Junto a él estuvo el diputado provincial escobarense Leonardo Moreno (Unión por la Patria), quien impulsará esta iniciativa en la Legislatura.
“En materia de seguridad dejo de lado la ideología y priorizo el bienestar de los vecinos del partido de Escobar. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Por eso, además de incorporar nuevas herramientas tecnológicas, hemos decidido la creación de una Policía Municipal, dotada con armas no letales y sistemas de inteligencia artificial para la prevención y detección de delitos”, expresó Sujarchuk durante la presentación, que contó con una numerosa presencia de funcionarios y dirigentes de la oposición.
El proyecto, que también será enviado al Concejo Deliberante para su implementación en el partido de Escobar, propone crear una Policía Municipal que utilice armas no letales y que cumpla tareas focalizadas en la prevención del delito, la atención de emergencias y la seguridad vial. “De mínima, va a ser una fuerza que cuente con un total de 800 efectivos, entre la Policía Local y la Guardia Urbana”, expresó el intendente.
Una reciente encuesta del sitio web El Día de Escobar en sus redes sociales, de la que participaron más de mil personas, arrojó un resultado categórico: el 73% aprueba la compra de armas no letales y su uso por parte de las fuerzas municipales de seguridad.
VAMOS A CREAR UNA POLICÍA LOCAL Y ARMARLA PARA DEFENDER A NUESTROS VECINOS
— Ariel Sujarchuk (@ArielSujarchuk) September 10, 2024
Estamos tomando decisiones clave para la seguridad del partido de Escobar, que incluyen la creación de una Guardia Urbana y de una Policía Municipal para brindar más seguridad. pic.twitter.com/MXN3ZufkFU
CIFRAS OFICIALES
Estadísticas de inseguridad en Escobar
La situación de inseguridad en el partido de Escobar no experimentó grandes cambios en los últimos años. De acuerdo al relevamiento realizado por el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), dependiente del Ministerio de Seguridad, en 2023 las denuncias por delitos contra la propiedad tuvieron un aumento interanual de 6,5% (3.396 contra 3.193). Sin embargo, al contrastar los datos con 2021, se observa una disminución de 6% (3.396 contra 3.613) en las denuncias por este tipo de delitos a nivel local.
En cuanto al robo de automotores, en 2023 se registraron 546 denuncias por robos y hurtos de autos, camionetas y motocicletas, lo que equivale a un hecho cada 16 horas. Esta cifra representa un incremento del 86% en comparación con 2022. Durante la actual gestión de gobierno, con Ariel Sujarchuk en la Intendencia, la evolución de este índice fue oscilante: 548 denuncias en 2016, 817 en 2017 (el pico más alto registrado), 416 en 2018, 484 en 2019, 313 en 2020, 440 en 2021, 294 en 2022 (el año con menos casos) y 546 en 2023, según los informes anuales de la Superintendencia de Seguros de la Nación.
