Por MARCOS B. FEDERMAN
mfederman@dia32.com.ar
Jóvenes referentes de varias escuelas coinciden en señalar la necesidad de equipamiento, el ausentismo docente y la insuficiencia de las meriendas como los principales males que afectan a la educación secundaria pública. Como respuesta, los rebeldes y conscientes adolescentes se organizaron en Centros de Estudiantes y formaron la Coordinadora de Centros de Estudiantes de Escobar (COCEE), integrada por la Técnica 1 de Escobar; las secundarias 8 (ex 16), de Garín, 4 (ex Media) y 6, de Maschwitz.
Lejos de ser una “juventud perdida”, estos jóvenes encontraron el camino para construir una mejor educación todos los días. Lograron que instalen calefacción en algunas escuelas, que se discuta la merienda y presionan por la llegada de las netbooks y acceso a internet. A través de marchas, proyecciones y festivales, la ola estudiantil crece y los jóvenes se vuelven adultos atravesados por reclamos educativos…
El reciente 35º aniversario de La noche de los Lápices estuvo marcado por varios encuentros, conmemoraciones y festivales, como el que se realizó el sábado 17 en la escuela secundaria 16, donde el Movimiento de Cultura Libre (MOCULI) y el Centro de Estudiantes promovieron los ideales de los chicos y chicas desaparecidas aquella triste noche del ’76. En memoria de ellos, el viernes 16 también se hizo una marcha con pancartas por el centro de Belén de Escobar.
Movimiento en expansión
La experiencia se multiplicó rápidamente en las escuelas del distrito de Escobar y, naturalmente, fueron encontrando vivencias, carencias y reclamos en común. Con colaboración de la Coordinadora se están formando Centros de Estudiantes en las escuelas medias 1 y 5 (Garín), las secundarias 2 (Maschwitz), 7 (Garín) y 17 (Belén de Escobar) y en la Técnica 2 (FoNaVi).
Varios de ellos articularon la Coordinadora de Centros de Estudiantes de Escobar. “La unión hace la fuerza”, enfatiza Damián Benavidez, presidente del Centro de Estudiantes de la ES 16 de Garín, uno de los más activos del distrito. Junto con otros compañeros, promueven la organización estudiantil y divulgan sus derechos en escuelas donde todavía no hay experiencias de este tipo.
“Buscamos la mejora para todas las escuelas. Reclamamos una merienda justa, porque muchos chicos vienen a la escuela sin comer y lo que hay no alcanza. Pedimos equipamiento. Lo poco que conseguimos se logró a pulmón, con el sacrificio de muchos chicos, docentes y del director”, apunta Benavidez, en alusión al profesor Daniel Santancieri.
Estas iniciativas reciben diversas reacciones de parte de autoridades y docentes. Algunos promueven la organización y concientización de los estudiantes. Otros, en cambio, perfilan mayor autoritarismo o un franco desinterés.
Sin embargo, integrantes de la flamante Coordinadora de Centros de Estudiantes de Escobar se acercaron a otras escuelas a charlar con sus pares acerca de sus derechos y la necesidad de crear espacios de participación en sus lugares de estudio.
Leandro Cimino estudia en la Media Nº 5 de Garín y hace tiempo trabaja para crear allí un Centro de Estudiantes. Este es su último año y espera “dejar una semillita, al menos este año votar y que quede un Centro de Estudiantes para conseguir cosas para la escuela y para promover la cultura, que haya talleres, festivales y otras cosas”.
Respecto a la relación con directivos y docentes, afirma que “es jodido activar a los chicos cuando no hay apoyo de los directivos. Las autoridades te dan su aprobación pero no empujan. Tenemos que trabajar más en conjunto”, desliza Leandro, con la sabiduría en su mirada de 18 años bien conscientes.
