Durante el aislamiento que ocasionó la sorpresiva pandemia del coronavirus en todo el mundo, el deporte fue uno de los sectores más afectados. Tanto los lugares para practicarlos como los propios deportistas han visto cómo sus actividades entraban en una pausa que nadie hubiera imaginado tan extensa.
Desde 20 de marzo hasta fines de agosto, todas las instituciones estuvieron cerradas, solo asistían los empleados que hacían tareas de mantenimiento y limpieza. Después de cinco meses, de a poco, fueron obteniendo los permisos municipales para reabrir, siempre con el protocolo sanitario adecuado para evitar contagios.
Los dos primeros en volver a la actividad fueron el Club de Pescadores y el Club Italiano de Escobar, este último solo en su campo de deportes de Loma Verde. Ambos pudieron abrir de nuevo el lunes 31 de agosto, con sistema de turnos y para que sus asociados pueden estar al aire libre.
La entidad con sede en el Paraná de las Palmas tiene sus puertas abiertas de lunes a viernes de 8 a 18, con un cupo máximo de 33 socios, solo para pesca deportiva, sin usar las parrillas y presentando declaración jurada de salud. Es obligatorio el uso de tapabocas y se debe dejar un posa caña libre de por medio arriba del muelle, para respetar el distanciamiento obligatorio.
Por su parte, los socios de Italiano pueden ir al campo deportivo para practicar tenis, frontón, paddle -todo en singles, únicamente- o preparación física individual. También deben pedir turno y seguir los protocolos sanitarios, asistiendo con sanitizante y en buen estado de salud.
En el Club Independiente de Escobar el tenis también fue la primera disciplina que regresó, solo para singles, y en cualquiera de las cuatro canchas disponibles. La otra novedad de la institución verdinegra es que en su predio de la calle Las Heras y Los Lazaristas el lunes 21 empezaron los entrenamientos personalizados, por deportes.
De lunes a viernes los alumnos de natación, fútbol, hóckey, básquet o vóley pueden practicar con sus respectivos profesores, dentro de la cancha de fútbol de césped sintético. ¿Cómo? El lugar se sectorizó con líneas de pintura para que haya la separación adecuada y que así los deportistas puedan realizar sus rutinas sin problemas. Se practican trabajos de musculación, técnicas y reacondicionamiento físico.
De acuerdo a la actividad elegida hay distintos días y horarios de entrenamiento para los socios, con grupos reducidos de personas. Así hasta que las cosas puedan ir regresando a lo que alguna vez fueron.
Otra entidad que logró ingresar a la “nueva normalidad” es el Club de Remo y Náutica. Después de presentar los protocolos solicitados y recibir la aprobación de Prefectura Naval, los palistas volvieron a subirse a los kayaks. Los lunes y viernes son para salidas recreativas, de 9 a 16.30, mientras que los martes y jueves entrenan los grupos de federados a cargo de Fabián Orero. Todos con turnos pedidos con antelación, vía e-mail.
Cada palista debe llevar su alcohol en gel y algo importante es que no está permitida la permanencia en el predio. No se pueden utilizar el resto de las instalaciones ni vestuarios y mucho menos el sector de parrillas.
Polis abiertos
Junto a la llegada de la Primavera, desde el lunes 21 también abrieron sus puertas los polideportivos municipales. Por ahora, solo para clases de ritmos y funcional, con un máximo de 15 participantes y reservas previas. No se pueden usar los vestuarios, cada alumna debe llevar su botella de agua y usar tapaboca antes y después de la clase.
Las actividades se realizan en espacios abiertos con áreas demarcadas y respetando el distanciamiento social. Las franjas horarias son a las 9 y a las 10 o a las 17 y a las 19. Los lugares habilitados son los polideportivos de Belén de Escobar, Ingeniero Maschwitz, Loma Verde, Matheu y Maquinista Savio, junto al microestadio de Garín.
Al cierre de esta edición los demás clubes escobarenses no habían comunicado sus fechas de reapertura, que seguramente será en el transcurso de octubre y noviembre. Aún no hay novedades de la vuelta de los gimnasios, espacios fitness ni complejos deportivos, que siguen esperando sus permisos.
Con muchas restricciones, protocolos y medidas preventivas, los clubes quieren resurgir. Lo harán como el ave fénix, desde sus cenizas, con la llama encendida de sus socios, que seguramente los harán volver a brillar.
