Caminar por las calles céntricas de Belén de Escobar una vez que bajó el sol era, hasta hace apenas unas semanas, una misión de riesgo. Durante los últimos años el abandono del parque lumínico convirtió en poco menos que desolador al paisaje del centro de la ciudad, al punto que ni siquiera la avenida Tapia de Cruz se salvó de quedar en penumbras, como si se tratara de un pueblo fantasma. Pero, más vale tarde que nunca, algo empezó a cambiar.
En los primeros días de marzo, el Municipio puso en marcha un plan de reconversión lumínica que contempla la colocación de 2.400 luces peatonales en todo el distrito. Y el primer paso lo está dando en Belén de Escobar, dentro de un perímetro delimitado por las calles César Díaz, Italia, Colectora Este y Mateo Gelves.
Las nuevas columnas metálicas tienen una altura de 7 metros y cuentan con dos brazos pescantes, uno sobre la calzada y otro enfocando a la vereda, lo cual permite aprovechar mejor la luz. Además, la instalación se proyectó de manera alternada en ambas aceras, para lograr mayor homogeneidad. Los artefactos están recubiertos con policarbonato antivandálico, un material que los pone a salvo de la degradación por el sol y el ingreso de agua y polvo.
Una de las características más importantes de este sistema -casualmente similar al que hay en San Fernando, de donde es oriundo el intendente interino Walter Blanco- es que se basa en lámparas de vapor de sodio de alta presión, que irradian un color amarillo tienen una potencia de 150W, 24 mil horas de vida útil y mayor intensidad lumínica que las mezcladoras y de vapor de mercurio, que emiten una luz blanca y son de una reducida duración. Así, además de mejorar los niveles de iluminación existentes se reduce notoriamente el costo de mantenimiento y reposición.
El objetivo planteado por el Municipio en el Plan de Metas de Gestión apunta a llegar a fin de año con 2.400 nuevos puntos de luminaria peatonal en las cinco localidades del distrito. “En una primera etapa comenzamos con la instalación de 1.200 columnas, de las cuales ya se pusieron más de 400. El plazo dependerá de las inclemencias del tiempo, pero la idea es avanzar de a 150 por mes”, expresaron fuentes consultadas por DIA 32.
Las columnas que quedaron sin artefactos serán retiradas y reubicadas en arterias principales o de alto tránsito. “Algunas de ellas, por ejemplo, formarán parte del plan de iluminación del acceso al edificio de la UBA, en Maschwitz”, explicaron. Las lámparas mezcladoras y de vapor de mercurio también son reutilizadas. De hecho, con ellas se iluminaron los accesos a las escuelas 28 y 29, en los barrios Lorenzo Tores y San Luis.
Asimismo, desde la Comuna aclararon que “el proceso de encendido se lleva a cabo por etapas y realizando todas las pruebas que sean necesarias para evitar inconvenientes ocasionados por la baja tensión o cortes de energía de Edenor, que vienen generando desperfectos de manera permanente en el tendido público del distrito”.
Aunque oficialmente no se dieron a conocer cifras, se estima que la inversión global del Municipio en materia de alumbrado público -incluyendo el plan de reconversión lumínica, las luces peatonales y la adquisición de tres hidrogrúas- rondará los 15 millones de pesos.