Por EMILIANO M. CORVALAN
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En los últimos tiempos, Ingeniero Maschwitz ha sido protagonista de varias modificaciones edilicias. Es una pequeña ciudad, aunque muchos de sus habitantes aún la llaman “pueblo”, que cada año crece más. Esto se hace visible no sólo estructuralmente, con la construcción de nuevos countries, un hipermercado y un shopping de dos plantas. También en sus calles, que diariamente recorren miles de vehículos. Es ahí donde la escasez de señalizaciones y semáforos se presenta como una gran problemática.
Todos los días, los vecinos de los alrededores se enfrentan al riesgo de sufrir accidentes de tránsito por esta causa. El ejemplo más contundente está a la vista en la entrada a la ciudad, entre la diagonal Villanueva y las calles Paso y Santiago del Estero, donde el cruce de las seis esquinas constituye un verdadero peligro en las horas pico. La necesidad de un semáforo que organice el tránsito de colectivos, autos, camionetas, motos, bicicletas y peatones es inocultable.
Una situación comparable se da en la esquina de Villanueva y La Plata, frente a la plaza Emilio Mitre, donde las luces rojas, amarillas y verdes podrían evitar futuros dramas en los horarios de entrada y salida de los colegios.
Las voces de la calle
La gente de las zonas afectadas destaca que años atrás no tenían estos problemas porque Maschwitz era una localidad menos poblada. Pero ahora la respuesta de las autoridades a estos inconvenientes se hace impostergable.
“La cantidad de autos que transitan por las calles se triplicó y esto se convirtió en una pista de carrera, los sábados es un desastre. Hacen falta semáforos en la entrada de la localidad y en la esquina de la plaza central, donde andan los estudiantes”, sostiene Elsa Egudisman (74), quien vive en Maschwitz desde hace trece años y por su trabajo de “canillita” es una de las frecuentadoras del peligroso cruce de las múltiples esquinas.
La imprudencia de algunos automovilistas también entra en juego en este complicado esquema. “En esta zona, ni los autos ni las camionetas respetan a los peatones al momento de cruzar. Es más, la semana pasada un vehículo chocó a mi yerno”, apuntó Matilde Cóceres, una vecina que con sus 83 años confía en que la situación se modifique pronto.
Otro vecino, Luis Nievas, aporta su mirada: “Sin duda, en el trayecto del boulevard de la calle principal hacen falta señalizaciones para los ciclistas. Yo presenté este proyecto a todos los concejales y no le dieron importancia, nunca se concretó nada”.
¿Hasta cuándo?
Es una lástima que en una zona tan extensa y agradable existan este tipo de carencias, que las autoridades encargadas de resolver no atienden o sobre las cuales llegan a hacer promesas que el tiempo archiva en el olvido.
La comunidad espera un cambio en esta tendencia y eleva sus voces al Municipio para que tome una decisión que contribuya a mejorar la calidad de vida de los maschwitzenses.