Por MARTIN POZZO
Director de revista La Negra
Nadie es profeta en su tierra? Parece que este axioma no es aplicable a los integrantes de Tributos. Oriunda de Exaltación de la Cruz (más precisamente de la localidad Los Cardales), la agrupación integrada por Mariano “Fibel” Fiordeoliva (voz y guitarra), Ignacio “Nacho” Gigena (guitarra), Yamil “Negro” Venier (batería) y Guido “Toti” Fiordeoliva (bajo) viene, desde 2004, recorriendo la provincia de Buenos Aires y pisando los escenarios más reconocidos del circuito, en especial de Escobar.
“Si bien somos de Los Cardales, hemos tenido la oportunidad de tocar por otras localidades de la provincia y por suerte varias veces en Escobar, Maschwitz y Garín. Fueron fechas positivas. Hemos tenido buena aceptación del público y pudimos hacer buenos shows. También tocar junto a bandas como Hermanos de la Calle y La Ilegal que son de la zona. Hay buena afinidad en cuanto a lo musical y en lo personal. Si bien no tenemos el mismo estilo, el rock nos regala esto de compartir público y buenos momentos”, recalca Yamil sobre el paso firme de su banda en la capital de la flor.
Comenzaron a cosechar elogios tanto de público como de colegas y prensa especializada gracias a su rock crudo, de sonido fuerte, potente y ajustado; influenciado por La Renga, Vox Dei, Pappo, Los Redonditos de Ricota, La Mancha de Rolando, Cielo Razzo y Pier, entre otros. Incluso hasta tocaron con alguno de ellos (El Bordo, Jóvenes Pordioseros, El Soldado, Virus). “La verdad que fueron experiencias muy lindas y buenas. Nos llevamos lo mejor de esas fechas. El calor de la gente que nos escuchó y por suerte les gustó. Somos del palo de esas bandas y todo sirve para crecer y relacionarnos con otras”.
– Una vuelta fuimos con el Negro, Nacho y el Toti a ver a El Bordo y a Cielo Razzo en el estadio Malvinas Argentinas y en un intervalo se nos acercaron unos chicos y nos dijeron: “Ustedes son de Tributos, los vimos con El Bordo en Balón Rojo”. Y eso es una satisfacción muy grande y linda. Tenemos otra anécdota similar en el recital de La Renga, en Jesús María. Son cosas lindas, que valoren lo que uno hace, ya que le dedicamos mucho esfuerzo para que salga. El rock es combativo y le ponemos el pecho con mucho gusto, afirma exaltado Mariano.
En diciembre de 2008 editaron su primer demo Tributos, con doce temas de su propia autoría, grabado en los estudios El Mago. En enero de 2010 grabaron Celda de los sentimientos, un EP de seis temas (Nunca más, Sin sentido, Impaciente futurista, Mis canciones con el viento, Tanto tiempo, En el mismo tren) registrado en los estudios “Redonda”, con Rodrigo Gerez como técnico de grabación, mezcla y edición.
“Tributos es una banda de rock. Nos gusta la crudeza de nuestro sonido y la fuerza que tratamos de desparramar sobre el escenario a la hora de tocar. Por suerte, gran parte de ella lo hemos podido plasmar en nuestro primer CD. Es un disco de seis temas que elegimos para esta primera grabación y quedamos satisfechos. A pesar del corto período de trabajo que tuvo, se pudo lograr lo que queríamos para iniciar un largo camino dispuesto a recorrer y seguir progresando”. Así vende su producto en vivo y en registro su bajista Guido.
Para terminar de “ser adoptados” por la tierra escobarense del rock, Ignacio, además de cumplir el rol de guitarrista en el conjunto, es el sonidista y operador técnico de muchísimas bandas escobarenses. “Mi rol de sonidista influye más que nada en que nos da la posibilidad de poder tocar con mis equipos cuando los necesitamos, lo que nos da la ventaja de poder tener muy poco costo cuando tocamos en fechas propias y en lugares que no hay sonido. En lo que es la banda en sí, creo que no influye, ya que cuando me cuelgo la guitarra dejo de ser sonidista y sólo me preocupo para que suene bien arriba del escenario. Abajo confío cien por ciento en el operador y ni siquiera voy a escuchar la mezcla”.
“De las bandas escobarenses, hablando siempre del sonido, me gustan varias, entre ellas Dulce Natural, Razón de ser y Demasiado Humano. Son bandas que suenan solas y que día a día veo que progresan y que intentan sonar cada vez mejor, y eso merece todo mi respeto”, concluye “Nacho”.
Lectores ávidos del buen rock, quedan invitados a subirse al tren. El mismo tren en el que subió Tributos.
