Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
Sergio Masanelli vive en Ingeniero Maschwitz, tiene 16 años y padece una enfermedad genética llamada distrofia muscular de Duchenne, que debilita sus músculos al extremo de imposibilitarle caminar. El cuadro va avanzando con el tiempo y aunque no tiene cura existe un tratamiento para mejorar la calidad de vida del paciente.
Más allá de su dificultad para trasladarse, él vive como cualquier otro chico de su edad. Tiene su grupo de amigos, cursa 5º año en la Escuela Secundaria Básica Nº6 y es fanático del fútbol: es hincha de Boca y tiene a Riquelme como ídolo máximo.
Con el apoyo de su familia, Sergio empezó a concurrir al polideportivo municipal de Escobar para practicar deportes del área especial y así se fue perfeccionando hasta convertirse en un experto bochófilo. “Antes de empezar a jugar a las boccias venía los jueves y hacía juegos, actividades, hasta que el profesor Alejandro (Baldelomar) me dijo de este deporte y que yo podía jugarlo. Me explicaron y aprendí fácil, me gusta”, le cuenta a DIA 32 tras uno de sus entrenamientos semanales con la entrenadora Romina Medina.
Explica que para jugar bien a las boccias es necesario “pensar, estar tranquilo y tener precisión, porque si tirás fuerte se te va lejos”. En este juego cada participante tiene un color de boccias y se trata de arrimar la mayor cantidad posible a la blanca, una especie de combinación entre las bochas tradicionales y el tejo.
Siendo muy joven, Sergio ya tiene una interesante trayectoria en esta disciplina adaptada, en la que se inició hace tres años: ganó medalla de plata y de bronce en los Juegos Buenos Aires La Provincia 2010 y 2012, respectivamente, se destacó en el Nacional de 2012 y en abril de este año salió 3º en otro Nacional, también en Mar del Plata.
Además, fue observado por el entrenador de la Selección Argentina de Boccias, Juan Bautista Leofanti, quien lo convocó para concentrar en Capital junto al plantel y meses atrás recibió la noticia de que sería parte del equipo nacional para el Torneo Parapanamericano que se hará desde el 13 al 19 de octubre en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD).
Ante su máximo desafío como deportista, Sergio no oculta su ansiedad: “Quiero que empiece ya, va a ser muy difícil, por eso estoy entrenando mucho, tanto en Escobar como en el CeNARD. Me puso muy contento cuando me citaron para el Panamericano, gracias a mi profesora, que me enseña mucho y me apoya”.
Sergio sabe que no la tendrá fácil en el torneo, pero el resultado no lo desvela. “Si pierdo no importa, porque será la primera vez que participo en un evento así. Con los Nacionales me pasó lo mismo, hay que adaptarse”.
Su madre, Marcela, lo acompaña a los entrenamientos, lo lleva, lo trae y será su fan número uno en el certamen continental. “Como mamá estoy contenta y orgullosa porque no esperaba que él llegara a este nivel. Empezó con las boccias como un pasatiempo y termina en la selección para el Panamericano. Lo vamos a ir a ver, obvio, a él le gusta jugar y está bueno”.
Con muchísimas ganas de seguir aprendiendo y dando lo mejor de sí, Sergio se prepara para lo que viene. Pero no se conforma sólo con el deporte, ya que tiene muy clara su vocación y la carrera que seguirá después del secundario. “Quiero estudiar para ser psicólogo”, afirma. Y seguro lo logrará…