Letal, sorpresiva y arrasadora. Así resultó ser la pandemia del coronavirus, un tsunami para el mundo que anuló los planes de la humanidad entera, sin contemplar razas, creencias ni poderío económico. De golpe, todos en cuarentena, recluidos, saliendo con barbijos y lo más lejos posible de las demás personas. Una película de ciencia ficción que llegó para extenderse bastante y poner en pausa al universo.
El mundo del deporte sufrió las consecuencias y algunos escobarenses que tenían citas internacionales en este 2020 deberán enfocarse en el año próximo, volver a prepararse mentalmente y rogar para que la tan ansiada vacuna contra el Covid-19 llegue en tiempo y forma.
Uno de los tantos sueños suspendidos por la pandemia es el de Daiana Ocampo (27). La atleta radicada en Loma Verde tenía muchas chances de integrar la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio. Estaba preclasificada para la prueba de 42 kilómetros y debía seguir sumando puntos en el ranking mundial para asegurarse su lugar.
“Estuve casi todo marzo preparándome en Cachi, Salta, y ahí me agarró la mayor frustración. Tenía planificado correr la maratón de Hamburgo (Alemania) el 19 de abril y buscar la marca mínima. Tuve bronca porque sentí que todo el esfuerzo no se iba a poder plasmar, pero entendí que esto es igual para todos y que hay cosas peores”, le cuenta a DIA 32.
Ella, igualmente, continúa entrenando en su casa, tratando de mantenerse en forma para cuando llegue la hora de volver a competir. “Corro sobre una cinta, pero no es lo mismo el ritmo. Estoy metiendo unos 100, 110 kilómetros semanales, pongo música y así se me pasa un poco más rápido el tiempo”, cuenta, resignada.
Los JJ.OO. iban a realizarse del 24 de julio al 9 de agosto. En principio se suspendieron para la misma fecha del año que viene, aunque a esta altura es más una intención que una certeza. “Ojalá se puedan hacer en 2021, tampoco es nada seguro. Hay que ver también qué pasa en el resto de los países, si abrirán todas las fronteras”, reflexiona Ocampo, expectante con poder cumplir su anhelo de participar en la mayor cita deportiva mundial.
El arquero de Los Murciélagos, Darío Lencina (39), es otro deportista local que tenía asegurado su pasaporte a Tokio. Los Juegos Paralímpicos iban a llevarse a cabo después de los Olímpicos y también se postergaron para 2021. La fecha tentativa es del 24 de agosto al 5 de septiembre.
La selección nacional de fútbol para ciegos viene de ser subcampeona de los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, donde perdió la final con Brasil por 2 a 0, con muy buenas actuaciones del legendario guardavalla escobarense.
Por su parte, el piloto Nicolás Varrone (19) concretó el 7 de marzo su incorporación al equipo Chris Dittman Racing, asegurándose una de las butacas titulares de esta temporada en la Fórmula 3 Británica. El 11 de abril hubiera iniciado su gran anhelo en el circuito Oulton Park, pero el coronavirus frustró todo.
“Es un momento muy duro para todo el mundo. Tanto para la salud como en el efecto negativo que genera en la parte económica. Se suspendió el campeonato y no hay fecha de inicio, no sabemos ni siquiera si va a empezar. Es una lástima”, afirma el joven de Ingeniero Maschwitz. “Duele porque era una gran chance, estaba muy ilusionado y con expectativas. Ojalá pronto podamos volver a nuestras actividades”.
En medio de este parate, lamentarse no es una opción. Por eso Varrone trata de mantenerse en condiciones para la hora del regreso: “Mientras tanto sigo entrenando en el simulador y también físicamente. Es lo único que puedo hacer para estar cien por ciento preparado para cuando me llegue la oportunidad”, sostiene, sabiendo que ya podrá volver a manejar pero shockeado por el impacto de la pandemia.
Otro sueño deportivo en pausa es el de Manuel Orero (17). El palista del Club de Remo y Náutica de Escobar tuvo un desempeño excelente en el Torneo Selectivo Nacional que se hizo en la primera semana de marzo en Tigre, donde llegó a finales marca A en las tres pruebas. Se quedó con el primer lugar en las carreras de botes K1, sobre 200 y 1.000 metros, mientras que en la de 500 fue segundo, convirtiéndose en el mejor junior del país.
Orero debía concentrar tres semanas en Rosario con la selección argentina de canotaje y tenía un pie adentro del equipo nacional que iba a competir en el Panamericano de Brasil. El Mundial 2020 era otro desafío y estaba en la consideración del cuerpo técnico, pero eso también quedó en stand by.
A fines de marzo iba a disputarse en Valparaíso (Chile) la Copa Hermandad, donde participaría un equipo del Club de Pescadores de Escobar. Pero justo unos días antes el coronavirus llegó a la región y paralizó todo. Algo parecido le pasó al remero garinense Francisco Esteras, que tenía el preolímpico en Suiza en busca de su plaza para los Juegos de Tokio. Además, es una incógnita qué pasará con el Mundial Ironman 70.3 de Nueva Zelanda, en noviembre, al que estaban clasificados los escobarenses Yanina Minaglia, Oscar Giroto y Lucas Leguizamón.
Esta pandemia del siglo XXI llegó como un rayo congelador de sueños. Mientras tanto, los deportistas locales esperan que alguien consiga el antídoto para poder volver a brillar.