La histórica estación de servicio de los hermanos Mándola es un clásico que se reinventa. Rediseño integral, gastronomía, nuevas prestaciones y un atractivo centro comercial.
comercios escobarenses
Después de 86 años en la avenida Tapia de Cruz, la primera tienda deportiva de Escobar cierra sus puertas. “Me duele, pienso en mi viejo, pero no tenía sentido seguir”, sostiene su dueño, Oscar Domenech, con nostalgia.
Con 80 años recién cumplidos, es uno de los comercios más antiguos de la ciudad y el más longevo en su rubro. Detrás del mostrador, Carlos Palermo mantiene orgulloso el emprendimiento que iniciaron su padre y uno de sus tíos.
Trabajan juntos hace casi 30 años en la reparación de autos, oficio que aprendieron de su padre. “Nos llevamos súper bien, dicen que somos un caso aparte”, comentan, orgullosos de la relación que tienen y de lo que hacen.
Nació en el Paseo Mendoza y en 2020 abrió un nuevo local sobre Belgrano al 600, con un amplio y pintoresco parque. Hamburguesas de primera, platos elaborados, parrilla y la cerveza artesanal son algunos de sus puntos fuertes. Imposible no tentarse.
En Maschwitz es conocido por sus inicios como vendedor ambulante de “Ecopan”. Un clásico que se consolidó por sus productos abundantes, naturales y a bajo costo. De las calles al mostrador, con la receta del afecto y el contacto con la gente.
Durante diez años fue cocinero y mozo del bar América, hasta que cerró. Fue padre a los 16, perdió a su mujer y rehízo su vida. Vendió café en la Feria Rivadavia y en 2019 abrió su propia panchería. “Esto me cambió la vida, estoy muy feliz”, afirma.
Se inició en el comercio en la década del ‘80 y sobrevivió a varias crisis, pero ninguna como esta. Por eso, decidió reconvertir el bar Del Polaco con un anexo de verdulería. Presente y pasado de un escobarense de toda la vida, emprendedor y sociable.
Sofía y Victoria Palermo Mattson son hermanas y viven en Maschwitz. En paralelo a sus actividades docentes, abrieron un taller donde pintan mates de algarrobo con motivos personalizados.
Con un producto lleno de color, alegría y frescura, Luciana Migueles apuesta a la innovación en el mundo del calzado. “Pensaba que era un oficio de hombre. Después comprobé que es maña y creatividad”, asegura.
Experta en gastronomía, la familia Ciuffardi abrió un restaurante con platos cuidadosamente elaborados. Un concepto diferente en el centro de la ciudad, donde calidad y buen precio se conjugan en un ambiente ideal.
Continuando con el legado de su padre, Ana María Prado forjó un proyecto propio. De merengue italiano, maicena o chocolate con nueces, sus alfajores son la tentación de muchos y el sustento de esta emprendedora.
El mejor dulce de leche artesanal del país es escobarense. Así lo determinó el jurado de la Feria Caminos y Sabores, que le otorgó la medalla de oro a La Camila, un emprendimiento surgido en El Cazador.