En su humilde taller de la calle Sarmiento, Carmelo Fardini creó el primer monoplaza eléctrico de carrera del país. Y ya puso manos al segundo. Jubilado y amante de los fierros, sueña con fabricarlos en serie y participar de la Formula E.
De Última
Dueña de una vitalidad asombrosa, a los 88 años sale a bailar todos los fines de semana, “llueva o truene”. Dice que esa es su única medicación. La anécdota de cómo su nieta la hizo viral en el último carnaval.
Tiene 40 años y nació con hipotiroidismo congénito, lo que le produjo un retraso madurativo y dificultades para comunicarse. Pero él no afloja, trabaja en una pizzería y se hace querer por todos.
Margot Mega Barboza tiene 20 años, vive en Matheu y dedica sus sábados a visitar hogares de ancianos. Forma parte de una ONG llamada Huellas, que le dio un nuevo sentido a su tiempo libre lejos de su Perú natal.
La Cooperativa Eléctrica de Loma Verde incorporó a su red un bloque de 16 paneles solares. Es un primer paso hacia el nuevo paradigma energético, que en el país viene atrasado pero ya está en marcha.
Con la belleza propia de lo autóctono, en Ingeniero Maschwitz existe un lugar para disfrutar el paisaje del Arroyo Escobar y recorrer su margen a través de senderos bajo una exuberante arboleda.
En junio de 2016, una banda de ladrones entró a robar a su casa y mató a su hija delante suyo. Dos años después, conformó una asociación con su nombre para ayudar a sus vecinos del barrio 1º de Julio.
La joven escobarense ganó un concurso literario y viajó a Ámsterdam para visitar la casa de Ana Frank. Una experiencia conmovedora que la ayudó a comprender, aún más, la historia que marcó su adolescencia.
Aprendió el oficio por necesidad y desde hace 26 años recorre las calles de Garín con su pintoresco carrito. “No me sobra nada, pero no me quejo, porque trabajo de lo que me gusta”, afirma con orgullo.
Hace cinco años trabaja de herrador en los campos de cría de La Dolfina, el equipo de polo de Adolfo Cambiaso. “Veo esos animales y me quiero quedar a vivir ahí”, confiesa, apasionado.
Vino a Escobar a los 8 años, de joven se hizo conocido como tarjetero de Success y hoy trabaja de canillita. Su carrera trunca de futbolista, recuerdos y anécdotas de un personaje local con buena onda.
El emblemático Pontiac de los bomberos voluntarios de Escobar está cumpliendo noventa años. Fuera de servicio hace varias décadas, es un símbolo de la institución y una atracción en desfiles y exposiciones.
Varios escritos con indescifrables ideogramas aparecieron en los últimos meses sobre propiedades ubicadas al costado de la ruta, entre Maschwitz y Savio. El caso llamó la atención de los vecinos, cuyas sospechas no estarían erradas.
La modelo escobarense ganó el concurso de belleza Glam Girl 2017 organizado por la revista Caras. “Fui natural, salí a la pasarela como soy”, afirma la joven, que está estudiando Nutrición en la UBA.
Saltó a la fama por su participación en la investigación del asesinato de Anahí Benítez. Pero este raza Weimaraner cuenta con otros logros asombrosos. Es “la joyita” de la Secretaría de Seguridad de Escobar.
Adrián y Mariano son padre e hijo. Hace diez años empezaron a dedicarse a la canaricultura, fueron perfeccionando su estilo y en el último Campeonato Argentino obtuvieron varios premios.
Siguiendo el ejemplo de Gino Tubaro, estudiantes de un colegio de Pilar fabricaron una prótesis de brazo con una impresora especial para un chico de Escobar. Fue su regalo de cumpleaños.
Aprendió de su padre los secretos del “huesista” y desde hace dos años cura desgarros, esguinces y torceduras al costado de la ruta, en Savio. “Con solo tocarte me doy cuenta qué lesión tenés”, revela.
Hace diez años se vivía un fenómeno climático excepcional y emocionante en Escobar. Sin embargo, aquella nevada no fue la única de su historia. Ya había ocurrido otra en junio de 1918.
Creada por Antonio Spadaccini y continuada por Pedro Vallier, la tradicional receta escobarense recuperó su vigencia con una fiesta que año a año le rinde homenaje y cada vez convoca más gente.
Hace 15 años dedica su tiempo a rescatarlos de la calle para curarlos, llevarlos a vacunar y procurarles un hogar. Además, en su casa convive con 34. Asegura que son una de las mejores cosas que le pasaron.