No cualquiera se sube al escenario Atahualpa Yupanqui de la emblemática plaza Próspero Molina para cantar una canción de su autoría. Con tan solo 18 años y acompañado de su guitarra, Facundo Schneider pudo darse ese gusto en enero, nada menos que en la final nacional del certamen Pre Cosquín. El joven escobarense no pudo obtener la victoria en suelo cordobés, pero ¿quién le quita lo cantado?
Enamorado del folclore desde la niñez, a los 11 tuvo su bautismo de fuego en una peña organizada por el recordado animador Jesús Benigno Macías. “Llegué por mi cuenta y le pregunté: ‘¿Puedo hacer dos temitas?’. Terminé tocando cinco”, recuerda al iniciar la charla con DIA 32.
Desde entonces, cientos de presentaciones por diferentes puntos del país, un disco editado, recitales en varias ediciones de la Fiesta de la Flor y un exitoso show en el teatro Seminari fueron parte del proceso hasta la madrugada del 9 de enero, en la que llegó al lugar donde Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia, entre otros, forjaron su leyenda.
“Cuando pisé por primera vez ese escenario me temblaron las piernas, las manos, todo. Creo que es el sueño de todo folclorista y, a mi edad, los nervios te juegan en contra. Igual fue una experiencia genial”, afirma.
Facundo fue uno de los 50 finalistas en el rubro “Canción inédita” por un lugar en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín. Antes tuvo que sortear dos etapas preclasificatorias para poder llegar al Atahualpa Yupanqui. Todo gracias a su zamba Tu encuentro.
“Es una canción inspirada en la mujer y el amor que puede ocurrir a través de la danza. No es nada que me haya pasado, pero me propuse componer algo que pueda suceder entre dos personas”, explica el joven cantautor sobre el tema que compuso a mediados de 2016.
El ganador del concurso fue el chaqueño Lisandro Machado con su canción titulada A Corrientes, que le permitió participar en una de las nueve lunas del aclamado festival. Sin lamentarse, Facundo confía en que subirá otra vez a ese escenario: “Imagino que dentro de poco volveré. Me propuse cantar ahí y lo cumplí. Ahora sueño con actuar algún día en el evento mayor”, revela.
Una vida dedicada a la música
Cuando se lo escucha se percibe que vive, respira y siente música. Su relación con la guitarra y el folclore comenzó cuando era un niño, pero desde la adolescencia le tomó el gusto a un amplio abanico de instrumentos, desde la percusión hasta el piano, y se anotó en el Conservatorio Municipal.
“Al hacer música siento felicidad. Es algo que me relaja, me saca de todos los problemas, ya sea que esté de mal humor, triste o lo que sea. Tocar un instrumento, componer una canción, son cosas que me despejan de todo y me dan mucha energía”, confiesa.
A pesar de su corta edad, ya trabaja en algunas escuelas de la zona, da clases particulares y, también, forma parte de varios proyectos folclóricos que lo tienen de acá para allá durante todo el día. Integra el grupo Raíces, compartió shows junto a la cantante escobarense Sofía Colucci -tocaron dos veces en el Senado de la Nación- y acompaña con la guitarra a Pablo Achával, artista consagrado de la escena nacional.
Con este último, el cantautor escobarense se presentará por primera vez fuera del país, incluso con repertorio propio. A mediados de junio realizará una mini gira por Puerto Rico y Miami, en la costa este de Estados Unidos. “Es un orgullo vivir esto”, afirma.
Sea arriba del escenario o dando clases, él ya sabe que quiere estar ligado a la música por siempre. “De a poco, el camino para mi recién empieza y tengo un largo trayecto por recorrer”, concluye.
Con su segundo CD en plena construcción y decenas de proyectos en mente, la voz de Facundo aún tiene muchas estrofas más por cantar.
