Su envergadura se yergue imponente sobre el kilómetro 45 de la autopista Panamericana, casi en el límite de Belén de Escobar con Ingeniero Maschwitz. El acceso a las nuevas urbanizaciones -el tan mentado “viaducto de vinculación” o “camino de circunvalación sur”, según el eufemismo de turno- ya está terminado… a medias. Porque por ahora solo llega hasta la entrada de Puertos del Lago, pasando por las de sus vecinos El Cantón y San Matías. Para que conecte con la ruta 25, como se había prometido, faltan todavía varios kilómetros.
El tramo pendiente de la obra -tras varias versiones difusas y confusas que circularon durante los dos últimos años- finalmente correrá por cuenta del Municipio, según pudo saber esta revista. Pero con un cambio de planes no menor: la desembocadura no será en las barrancas de El Cazador, tal como era la idea original, sino por la calle Mermoz, a la altura de los viveros del barrio Las Lomas.
Los emprendimientos urbanísticos que conforman el denominado “Nuevo Escobar” anuncian a sus inversores y al público en general que la apertura del camino será inminente. Aunque desde el Ejecutivo tienen la intención de que no se inaugure hasta que esté terminada toda la traza del acceso. En el mejor de los casos y con mucho viento a favor, a mediados de año.
Sin embargo, DIA 32 pudo ingresar al camino que intriga a todos los escobarenses para obtener un valioso y exclusivo documento fotográfico.
Primera etapa lista
A cargo de la empresa DYCASA S.A, la construcción del acceso y los cuatro kilómetros del camino hasta Puertos del Lago demandó un año de trabajos y una inversión de 15 millones de dólares por parte del “Nuevo Escobar”.
El acceso desde Capital consta de 800 metros de un viaducto de vinculación con la Panamericana, que cruza de forma aérea las vías del ferrocarril y el arroyo Escobar. Para la salida hacia Capital se erigió un puente sobre la autopista, a la que se vincula directamente mediante un ramal de ingreso.
El camino, destinado exclusivamente al tránsito liviano, cuenta con dos carriles por mano -el ancho de cada una es 8.60 metros-, un boulevard central ornamentado con plantas autóctonas -varias de ellas florales-, tres rotondas, luminarias de ambos lados de la calzada, dos cabinas de seguridad privada con barreras y un cerco perimetral a lo largo de todo su trayecto.
El paisaje va cambiando notablemente a medida que se avanza. Pasando bajo la línea de alta tensión, primero se ven las casas del barrio San Luis sobre la izquierda y terrenos con ribetes boscosos del lado contrario. Después empiezan a sobresalir las grandes extensiones de tierra y los movimientos de suelo realizados para hospedar en ellas a unas 100 mil personas. El número asusta y hasta suena exagerado, pero esa es la población que estiman los tres desarrollos del “Nuevo Escobar” para un futuro mediato.
El camino finaliza en la entrada de Puertos del Lago, la segunda ciudad pueblo del país, una nueva creación del magnate argentino Eduardo Costantini, hermana del Nordelta de Tigre, sobre una superficie de 1.400 hectáreas.
Todo el trayecto se desarrolló sobre tierras adquiridas por las nuevas urbanizaciones, pero que fueron declaradas de uso público por el Municipio para que puedan usarlo todos y todas, vivan o no en algunos de esos fastuosos barrios privados.
Segunda etapa, en ciernes
El tramo que falta para que el nuevo acceso llegue hasta la ruta 25 es similar al que ya se realizó, algo más de cuatro kilómetros. En realidad, sorteando esa distancia se puede llegar desde Puertos del Lago hasta las barrancas a través de un camino de tierra y sin iluminación artificial que se encuentra en buen estado, con un mejorado de piedras y profundos zanjones a sus costados. Fue utilizado por los camiones de la empresa que está construyendo la planta potabilizadora de Dique Luján para conectarse con la base de extracción de agua dulce que está a orillas del río Luján.
Otra alternativa posible para llegar desde el nuevo camino hasta la 25 es a través la calle Falucho, en Villa Alegre. Aunque su pavimentación no está prevista, la traza se encuentra abierta y transitable. Eso sí, cuando llueve tarda un poco en drenar.
Pero el plan original de que el intercountries desemboque a la altura de El Cazador quedó postergado, no cancelado. Se espera que esos cinco kilómetros sean realizados por El Naudir y otros emprendimientos inmobiliarios que se están empezando a construir a orillas de la 25, bajo las barrancas. Al menos eso es lo que planteó a DIA 32 el intendente Sandro Guzmán.
El jefe comunal explicó a este medio que el Municipio se hará cargo de completar el camino de los privados a través de la calle Mermoz, que en la actualidad solo tiene tres cuadras pavimentadas hacia la avenida San Martín. “Creemos que así se beneficiará a muchos más vecinos. No solo a los de la zona de El Cazador sino también a los que viven cerca del centro, porque les va a quedar más a mano”, argumentó Guzmán.
Debido al ancho de la calle, el tramo a realizar tendrá un solo carril por mano. La obra demandará una inversión cercana a siete millones de pesos que saldrán de un ahorro realizado a ese efecto por el Municipio, según afirmó el intendente. “Estamos esperando los resultados de los estudios topográficos, para saber bien las condiciones del suelo y cómo tenemos que hacer los desagües. En las próximas semanas vamos a empezar el trabajo con las máquinas”, adelantó.
Consultado sobre los tiempos que insumiría la ejecución de ese trayecto, Guzmán calculó que “cuatro o cinco meses serían suficientes”. Y también afirmó que su idea es que el acceso no sea habilitado hasta que el Municipio termine su parte. Los desarrolladores, sin embargo, anuncian desde noviembre que el viaducto del “Nuevo Escobar” está “a días” de ser inaugurado.
Tiempo más, tiempo menos, parece que 2013, por fin, será el año en que el tan prometido nuevo acceso a la ciudad sea una realidad. Un “by pass del tránsito”, como lo definió Costantini, para que entrar y salir de Belén de Escobar sea bastante menos caótico para miles de automovilistas.