Por CIRO D. YACUZZI
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Bajo un ambiente de discreto interés ciudadano y bastante desconcierto, las elecciones primarias ya están a la vuelta de la cuadra. Este domingo 14, más de 140.000 escobarenses estarán en condiciones de votar para elegir candidatos a presidente, gobernador, intendente, senadores nacionales, diputados provinciales y concejales. A nivel local competirán 16 listas, la mitad dividida entre kirchneristas y duhaldistas. Las ganadoras de ambas internas y, del resto, las que sumen más del 1,5% de los votos totales clasificarán a las decisivas generales de octubre.
El favorito en todas las encuestas es el intendente Sandro Guzmán, que va por su reelección -“la única”, según prometió- hasta 2015. Si bien al cierre de esta edición ninguno de los sondeos que varias consultoras hicieron en el distrito se había difundido públicamente, no es un secreto el dato de que todos lo daban claro ganador. En las peores estimaciones bordeando el 25% y en las más favorables superando la barrera de los 40 puntos.
Pero la verdad estará en el cuarto oscuro. Y el alcalde escobarense deberá enfrentarse a otras tres listas presentadas bajo el paraguas partidario del Frente para la Victoria (FPV). En teoría, ninguna llegaría a hacerle sombra. Por un lado, por el peso que seguramente harán notar las abismales diferencias presupuestarias entre la estructura oficial y las otras. Pero también porque algunos de los adversarios de Guzmán apenas si asomaron la cabeza durante la campaña, como si apostaran todas sus chances a la suerte aleatoria de cosechar votos kirchneristas por descarte, confusión o bronca.
En esa línea casi ostracista se enrolaron el actor Alberto “Paco” Fernández de Rosa, afincado hace años en Ingeniero Maschwitz, y el otrora funcionario vallista Daniel Bufelli, de Garín. Distinto es el caso del menos conocido Jorge González, que con mucha publicidad logró instalar su nombre en las conversaciones. Su misión será custodiar la boleta por la que el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, tratará de disputarle la gobernación a Daniel Scioli, para lo cual cuenta con el permiso de la Casa Rosada.
Resulta impensable, en estas condiciones, una derrota del oficialismo, cuyo mayor riesgo es que alguna de estas tres listas supere el 25% de los votos totales en la interna del FPV. Eso le implicaría resignar el cuarto y el octavo lugar en la nómina de candidatos a concejales.
Una situación que seguramente interferirá -habrá que ver cuánto- en la performance de la interna kirchnerista será la presencia en el cuarto oscuro de la colectora de Nuevo Encuentro, cuya boleta también irá encabezada por la foto y el nombre de la presidenta Cristina Fernández. Cuántos votos se desviarán hacia el precandidato a intendente Christian Spoltore es una incógnita que recién se develará en el escrutiñio. Por lo pronto, al abogado recién arribado a Escobar le alcanzará con pasar la línea del 1,5% -unos 2.000 sufragios, aproximadamente- para clasificar a octubre.
Por la vereda opuesta del kircherismo, y con pronóstico cerradísimo, aparece la pulseada del duhaldismo. El ultrapattista Juan Gaztañaga, la docente Isabel Aubone y el concejal Oscar Fontán serán los protagonistas de la interna de Unión Popular, en la que cualquier resultado es posible.
Con menos preocupaciones a cuestas, aunque con la obligación de cumplir un papel decoroso, el empresario José Manuel Achával parece llegar bien posicionado a su primer test electoral por la Unión para el Desarrollo Social (Udeso). Francisco De Narváez, su compañera de fórmula Mónica López y José “Pepe” Scioli -primer precandidato a senador nacional- se alternaron para venir al distrito a respaldarlo públicamente.
Desarticulado pese a sus éxitos electorales en Capital Federal y Santa Fe, el PRO apenas si llegó a presentar listas en 22 de los 135 distritos bonaerenses, sin candidatos a gobernador ni a presidente. Uno de esos municipios es Escobar, donde el otrora diputado nacional y concejal Miguel Jobe, hoy funcionario del Mercado Central, vuelve a proponerse para intendente.
Otra lista que competirá sin referentes provinciales ni nacionales es la del Partido Auténtico de los Cristianos, por la que el empresario Orlando “Kito” Cantaluppi se ilusiona con hacer saltar la banca. Kirchnerista de última hora, en esta prueba deberá remar sin la correntada de la boleta presidencial.
Envalentonado por el reciente triunfo del socialismo santafesino, el Frente Amplio Progresista lleva de precandidato a intendente a Marcos Fiori. Del lado de la Coalición Cívica, los aliados de Elisa Carrió y de Patricia Bullrich se encolumnarán tras la figura de Juan Butori, conocido por su trabajo en el Foro Vecinal de Seguridad de Escobar antes de pisar la arena política.
Otras ofertas en el menú electoral escobarense estarán representadas por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, que presenta a la docente y gremialista Claudia Consiglio para intendente; el Compromiso Federal de los Rodríguez Saa, con Ricardo Romero, y el Proyecto Sur de Pino Solanas, que lleva a Andrés Caruso para el máximo cargo municipal.
Tres listas que también se habían inscripto para estos comicios quedaron a mitad de camino. Dos por disposición de la Junta Electoral del FPV, que encontró defectuosas las presentaciones hechas por las que encabezaban Hugo Brandán y Oscar Del Monte. La otra es la que armó dentro de la Coalición Cívica el ex concejal pattista Arturo Capel, quien sin padrinazgos debió renunciar.
Malas artes
La campaña electoral volvió a reportar durante el mes de julio episodios poco limpios. Un vecino de Garín denunció que tres sujetos encapuchados lo amenazaron diciéndole “te vamos a hacer boleta” si seguía alquilándole su local a Nuevo Encuentro. Para cuidar a su familia, según explicó, hizo caso a la exigencia. Por otro lado, a “Kito” Cantaluppi le pintaron con aerosol y duras leyendas la fachada de su ferretería industrial.
Dardos kirchneristas
Con más o menos beligerencia, todos los precandidatos a intendente kirchneristas coincidieron en poner en tela de juicio en sus declaraciones el nivel de glóbulos K de Sandro Guzmán.
“Es un aliado, no es un intendente puro del kirchnerismo. Si realmente lo fuese, si hubiese hecho las cosas bien y tuviera el respaldo que dice tener, no hubieran habilitado otras listas. Eso, en la cancha, es no tener banca”, graficó Jorge González. Además, sostuvo que “el modelo político que empezó con Luis Patti en 1995 es el mismo que está hoy”.
Menos filoso, “Paco” Fernández de Rosa evaluó que “Sandro alineó correctamente al distrito, pero su sistema de trabajo no está en sintonía con el del kirchnerismo. Ha sido una gestión de transición, pero esa transición debe terminar y ahora el Municipio necesita personas que estén identificadas realmente con los objetivos de Néstor y Cristina. Gente que haya construido el kirchnerismo”.
El cuarto en discusión en la interna del FPV, Daniel Bufelli, disparó que “Guzmán está agarrado de la pollera de Cristina. No siente el proyecto nacional”. Y la voz de Christian Spoltore no quedó afuera de este coro: “Sandro Guzmán no es un representante del proyecto nacional y popular. En muchos lugares se habla de profundización del modelo, pero acá tenemos que hablar de que ese proyecto realmente llegue, que se inserte”, señaló el aliado local de Martín Sabbatella.