Por JAVIER RUBINSTEIN
1 ¿Cuál fue tu primer trabajo?
Fui ayudante de un lechero. Era la época en que la leche se vendía en carro, tenía 13 años y repartía con Charella, mucha gente lo conoce.
2 ¿Qué otros empleos tuviste?
Trabajé en una fábrica de mosaicos, el dueño se convirtió en mi padrastro y estuvo con mi madre más de 30 años. Después fui a ver un partido de fútbol de Purina y uno de los chicos le dijo al gerente que me haga entrar porque era buen jugador. Trabajé ahí 17 años, primero descargando bolsas y después en la sección de micro mezclado. Durante casi dos años trabajé de lunes a lunes, terminé cobrado más que el gerente. Me fui cuando se vendió la fábrica. Me quisieron mandar a Venezuela pero no acepté, por la familia.
3 ¿Cómo surgió la idea de dedicarte a los alambrados?
Era el año ‘76. José Gaztañaga trabajaba en Pacheco y conocía a los dueños de Alambrados El Talar, uno de los socios se iba a ir y me ofrecieron comprar su parte. Acepté, pero el otro dueño al final no quiso y quedé de lado. Me ofrecieron poner una sucursal de ellos en Escobar y no quise. “Voy a abrir mi propia casa”, dije, y así empecé. Compré una máquina de tejer alambre y con el tiempo empecé a hacer también los postes.
4 ¿Ya había otros comercios del rubro en la zona?
No, yo fui el primero.
5 ¿Qué significa el nombre “Aeramen”?
Quiere decir alambrados en griego. Se le ocurrió a mi hijo Mauricio. Antes se llamaba Alambrados Escobar SRL y los chicos le cambiaron el nombre.
6 ¿Cómo está hoy el negocio?
Nosotros andamos bien, pero en estos meses se aquietó bastante. Acindar nos vende el alambre para tejer y a ellos también les bajaron las ventas.
7 Cambiando de tema, hace muchos años que estás en la cooperadora del hospital, ¿cómo tomaste la decisión de integrarla?
Yo era socio y como presidente estaba Juan Carlos Papa. Cuando se fue me invitaron a una reunión de cooperadora, armaron una lista de posibles candidatos y me dijeron que yo iba a ser el tesorero. Hoy ya llevo casi 10 años como presidente.
8 ¿Colabora el escobarense con el hospital?
Sí. El hospital es algo muy especial para la gente de Escobar, le tiene mucho cariño. Siempre digo que uno nace, vive y muere en el hospital. Lo que la cooperadora intenta es que la gente nazca, viva y muera dignamente, además de tener todo lo que necesita. Por eso la lucha nuestra, constante, de tener aparatología, es fundamental.
9 ¿Cómo está el Erill en la actualidad?
Tiene la misma falencia que tuvo desde que nació: el sector de la guardia. Una vez que superás la guardia el hospital funciona 9 puntos, por la atención y todo lo que te pueden hacer. Por día de guardia deberíamos tener dos traumatólogos, dos clínicos y dos pediatras, pero no se puede.
10 También estuviste mucho tiempo en política, ¿cómo empezaste a meterte en ese terreno?
Yo digo que soy demasiado democrático para ser político. Me fui para el radicalismo y cuando se da la apertura política en el ‘83 estaba contento con la figura de (Raúl) Alfonsín. Un día “Pololo” Larghi (ex intendente) me dijo que me necesitaba como Director de Personal y fui, nos quedamos hasta el último día. Fue una experiencia estupenda, la gente me reconoce mi forma de ser, yo estaba con la puerta de mi despacho siempre abierta.
11 Después llegaste a ser concejal…
Claro, entre los años ´95 y ´99, el intendente era (Luis) Patti. Yo estaba por el radicalismo.
12 ¿Viviste casos de corrupción en ese período?
Sí. Cuando se aprobó el cambio de zonificación para que vengan Easy y Jumbo me ofrecieron plata para que vote a favor, pero voté en contra, porque no hay plata que me compre. En aquella sesión se armó un revuelo bárbaro. Está todo escrito en las actas del Concejo Deliberante.
13 ¿Estás alejado de la política?
Sí, porque me hastiaron. Siempre buscando la manera de quedar ellos, o el hijo, o la mujer o el nieto. Estoy como un político independiente que está tratando de encontrar un lugar en un partido.
14 Participaste en varias internas y fuiste precandidato a intendente, ¿todavía te gustaría estar a cargo del Municipio?
Es difícil, no me postularía porque es mucho el dinero que los candidatos ponen para la campaña. En la última elección Leandro Costa gastó como 600 mil pesos, ¿de dónde la sacó si no laburó nunca? Se la dio el padre, seguro, ¿y de dónde la sacó? ¿Y Sandro (Guzmán)? ¿Del Municipio? Si uno pudiera llegar a intendente haciendo una campaña moderada, ahí sí me gustaría. Pero yo no puedo pagar ni la pasada del avioncito.
15 ¿Qué opinás del Escobar actual?
Lo veo abandonado, descuidado y tremendamente sucio. No sólo Belén sino las otras localidades. Me parece buena la iluminación nueva que están colocando, aunque sería mejor si hubieran comenzado por los barrios en vez del centro. Hay muchas cosas que se pueden hacer sin necesidad de grandes presupuestos.
16 ¿Cómo imaginás al país en 2015?
Dios quiera gane un peronista, porque otro no dura más de un año y sería desastroso para el país.
17 Yendo a tus gustos, ¿el fútbol es otra de tus pasiones?
Sí, a los 17 años jugué en la primera de Sportivo en la Liga Pilarense. Yo era el más chico y jugaba de 5, después pasé de 6 y de 3. Más de grande me fui a jugar de centrodelantero y salí goleador de la Liga Escobarense. Hasta viví del fútbol. Después dejé porque me agarré tuberculosis cuando había firmado contrato con Dálmine.
18 ¿A qué futbolista te parecías?
No sé… Era eficaz en la marca, difícilmente perdía un mano a mano, y jugando arriba era muy rápido en el pique.
19¿De qué equipo sos hincha?
De Rosario Central, porque nací allá.
20 ¿Cómo se vive un clásico rosarino a 300 kilómetros de distancia?
Obviamente no es lo mismo. Allá se juega antes y después, las cargadas al que pierde duran semanas. Acá eso no pasa. Pero yo no tengo encono con Newell’s, de hecho viví muy cerca del Parque de la Independencia y creo que estuve más tiempo en la cancha de ellos que en la de Central. Si perdemos o ganamos no me cambia el humor.
21 ¿Un programa de TV?
Todos los que sean de deportes.
22 ¿Un hobby?
Jugar al tenis y al fútbol.
23 ¿Una mujer que te gustaba de joven?
Tita Merello, la veía en el cine.
24 ¿Un viaje soñado?
Conozco mucho Argentina, el norte me gusta. Hace poco fui al sur y me encantó. Con mi señora estamos jubilados y cada tanto nos mandamos a mudar.
25 ¿Un deseo por cumplir?
Me gustaría ver un Mundial, pero es gastar demasiado dinero.
26 ¿Cómo te llevás con la tecnología?
La uso, pero hasta ahí.
27 ¿Tu mayor virtud?
Trato de ser coherente siempre, si digo algo es porque lo analicé y lo sostengo. En las reuniones soy de escuchar mucho.
28 ¿Y tu peor defecto?
No sé, todos tenemos más defectos que virtudes.
29 ¿Qué persona admirás?
A mí padrastro, Pedro Domingo Ferrari, una persona excepcional, sano, incapaz de cometer un mínimo acto de corrupción. Después me gustan Los Chalchaleros, unos fuera de serie.
30 ¿Cuándo fue la última vez que te emocionaste?
Con el nacimiento de mi primera nieta y el de mi nieto varón, que tiene 3 años. A los nietos les das lo que no les diste a tus hijos, los malcrías. Después que renieguen los padres (risas).
31 ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
No, son distintos. Hoy las posibilidades que hay son inigualables, uno del pasado tiene que aprender mucho, pero no es mejor que el presente.
32 Tenés 75 años pero se te ve impecable, ¿cuál es la fórmula?
Siempre fui de cuidarme y de hacer mucho deporte. Y creo que eso al final hace una diferencia cuando se llega a esta edad. Les recomendaría a todos hacer lo mismo.
FICHA PERSONAL
Armando Dionisio Sgüiglia nació en Rosario el 25 de mayo de 1939 y se mudó a Escobar a los 10 años. Está casado con Norma Bengochea, con quien tuvo cuatro hijos: Sergio, Mauricio, Sebastián y Mariano. Tiene cinco nietos: cuatro nenas y un varón. Trabajó 17 años en Purina y lleva 38 al frente de Alambrados Aeramen. Fue funcionario municipal durante la intendencia de “Pololo” Larghi y concejal por el radicalismo entre los años ‘95 y ‘99. Además, es el presidente de la Cooperadora del Hospital Erill.