Un histórico inmueble de Maschwitz se convirtió en la nueva sede de la UBA. “Estudiar en un lugar así es un lujo”, afirmó su rector, Rubén Hallú, quien inauguró la restauración del edificio y el ciclo lectivo 2013 junto al intendente Sandro Guzmán.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Mudarse, a veces, no es simplemente cambiar de lugar sino muchísimo más que eso. También puede significar un crecimiento, la posibilidad de desarrollarse, de cumplir un largo anhelo, de ser más y mejor. En este contexto de realidades y expectativas se inscribe la reubicación de la sede de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que el lunes 25 comenzó su 14º ciclo lectivo en el distrito en Ingeniero Maschwitz.

La nueva casa de la UBA está en un enorme predio ubicado en Sucre y Caseros, que antiguamente fuera el casco de la estancia de don Benito Villanueva. Cuenta con un inmueble de dos plantas y 1.800 metros cuadrados, en un entorno natural lleno de frondosos y vigorosos árboles que le dan al lugar un tinte único y encantador.

“De todas las sedes del CBC que tenemos, esta es la más linda, sin ninguna duda. Me recuerda a mis años en la Facultad de Veterinaria. Estudiar en un lugar así es realmente un lujo, un privilegio”, afirmó el rector de la UBA, Rubén Hallú, que el martes 26 inauguró junto al intendente Sandro Guzmán la nueva sede del Centro Universitario Regional de Escobar.

Desde 1999 hasta el año pasado, el CBC funcionó en el Instituto Secundario General Belgrano y únicamente en turno noche. Ahora, en cambio, sus más de mil alumnos pudieron elegir los horarios de cursada dentro de una amplia franja que va de 15 a 21. Por la mañana, en tanto, se dictan las tres tecnicaturas de la Facultad de Agronomía: Floricultura, Jardinería y Producción Vegetal Orgánica, que hasta ahora se daban en la Casa de la Cultura del Municipio. Sus alumnos podrán hacer las prácticas en el predio y parquizarlo.

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“Estar a contraturno en una escuela tiene limitaciones obvias. Otra cosa es este espacio, donde podremos desarrollar todas las actividades que queramos, sin límites para el trabajo y el desarrollo. Por eso no me cabe la menor duda de que esto va a permitir entrar en una etapa de expansión sin límite”, aventuró Hallú.

Sobre las posibilidades de crecimiento de la UBA en el distrito a partir de esta nueva etapa, expresó la idea de “establecer áreas de investigación donde puedan trabajar nuestros equipos científicos, quizás con los del INTA, en todos aquellos temas que sean aplicables o traigan soluciones a esta región. Asimismo, cuando detectemos alguna formación que esté necesitando la zona, y particularmente Escobar, también la haremos, porque esto está abierto para serle útil al lugar donde estamos”.

Por su parte, Guzmán sostuvo que la reubicación de la sede universitaria en Maschwitz “le suma valor agregado a la ciudad y a todo el distrito, porque no hay mejor aporte que la educación para que nuestros jóvenes puedan formarse y desarrollarse. Contar con esta sede, que además está estratégicamente ubicada en el centro del distrito, realza la educación y es un verdadero lujo para todos”, aseveró el jefe comunal.

Tanto Hallú como Guzmán destacaron y agradecieron el rol de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, quien a través de un convenio firmado el 1º de diciembre de 2011 permitió que la UBA pueda ocupar las instalaciones que utilizaba el ex Patronato de la Infancia (Instituto Nuestra Señora de Fátima), que a su vez fue trasladado a otro inmueble de la localidad, más acorde a sus menores necesidades actuales.

Por supuesto que nadie nombró en el acto a los estudiantes que durante casi tres años realizaron marchas para mantener encendido el reclamo de un edificio propio para la UBA (incluyendo sus célebres intromisiones en los desfiles de carrozas de la Fiesta Nacional de la Flor). Pero resulta difícil creer que todo esto hubiera sido posible sin alguien que pinchara tan insistentemente para lograr que se haga. Tan cierto como eso es que en julio de 2010 el Municipio aseguró que lo haría y, al fin de cuentas, cumplió aquel compromiso.

Un lugar estratégico

La nueva sede del Centro Universitario Regional cuenta con 11 aulas, un sector administrativo, una sala de profesores, un depósito, un salón de usos múltiples, baños con un sector para discapacitados, un espacio para la librería y fotocopiadora y un patio interno.

El edificio, que tiene un valor arquitectónico histórico, fue restaurado por la Municipalidad -la inversión orilló los dos millones de pesos, según fuentes oficiales- y conservado en su originalidad, con techo de tejas rojas, arcadas en el frente y terraza del tipo colonial.

Para que los alumnos puedan llegar fácilmente al lugar se dispusieron servicios especiales de colectivos cada 30 minutos desde ruta 26 y Panamericana. También está previsto que algunas líneas comunales que circulan por otras localidades extiendan su recorrido hasta el predio de la calle Sucre.

Convenio con Económicas

Como plus a la buena noticia de la nueva sede, la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA firmó un convenio con el Municipio de Escobar para dictar en el distrito los segundos tramos de las siguientes carreras: Contador Público, Licenciado en Administración, Licenciado en Economía, Licenciado en Sistema de Información de las Organizaciones, Actuario-Economía y Actuario-Administración.

De la rúbrica del acuerdo participaron el intendente Sandro Guzmán; el decano de Económicas, Alberto Barbieri, y el diputado nacional Jorge Landau, nexo entre ambos y artífice de la llegada de la UBA al distrito, en 1999, como intendente interino.

Las clases del primer cuatrimestre, por el momento, tendrán lugar en el Instituto Belgrano, en turno noche.

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