Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
Como muchos de sus colegas, Juan Manuel Galarza (35) empezó a agarrar una raqueta de chiquito. La actividad profesional de su padre, Oscar, mucho tuvo que ver en su elección: lo acompañaba a dar sus clases en el Centro Asturiano de Buenos Aires y él también quiso comenzar a jugar. Era el año 1984 y, pese a su corta edad, ya se llenaba de polvo de ladrillo y le pegaba a la pelotita amarilla con autoridad.
Con el tiempo empezó a competir. Su mejor ranking fue estar dentro del Top 15 del país, entre los 12 y los 14 años. Más de grande representó a Atlético Comercio y Campana Boat Club, pero hasta ahí llegó.
“Mi carrera fue un tanto corta, por no tener una proyección económica para poder seguir el circuito profesional. Tuve la suerte de haber entrenado con muy buenos jugadores y muchos llegaron al Top 100, eso para mí es gratificante. Pero no pude competir en una cantidad de torneos como para decir que lo intenté”, le explica el escobarense a DIA 32 al repasar su pasado y actualidad.
Sin chances de seguir una carrera en el circuito ATP, optó por continuar ligado al deporte blanco a través de la enseñanza. Por eso se anotó en el Instituto Argentino de Tenis, donde aprendió metodologías, tácticas y preparación física. Además, la Asociación Argentina (AAT) le dio una beca para hacer los cursos de la Federación Internacional de Tenis (ITF) fuera del país.
“Hice el curso de Nivel 1 en Chile, el 2 en Uruguay y en ambos obtuve las calificaciones más altas. Ahí me dieron una beca para hacer el Máster de Alto Rendimiento en Valencia (España), con jugadores profesionales. Estudié mucho y aprobé el Nivel 3 de la ITF”, comenta en relación a su extenso currículum de estudio y formación pedagógica.
Con esas calificaciones le llegaron ofrecimientos laborales más que interesantes. Se asentó en la Madre Patria y lo llamaron para trabajar en la academia Tennis Val, lugar donde entrenaban jugadores como David Ferrer, Marat Safin y su hermana Dinara. Pero España estaba en un momento difícil y no pudo conseguir los papeles de residencia. Entonces, los caminos de la vida lo condujeron de vuelta a la Argentina.
Trabajó tres meses en diferentes clubes bonaerenses, hasta que volvió a recibir una tentadora propuesta del exterior: el ex tenista Guillermo Cañas lo quería como profesor en la academia que acababa de abrir en Miami. Estuvo allí en los años 2011 y 2012. “Después decidí iniciar mi propia empresa y proyecto. Mi experiencia fue muy buena en cuanto a lo profesional porque me hizo dar cuenta de que tengo potencial, experiencia y conocimiento para poder tomar mis propias decisiones y eso fue lo que me motivó a quedarme en este país”, explica el coach.
Arraigado definitivamente en Estados Unidos, creó su propio emprendimiento: Galarza Tennis Academy. “Desarrollamos la actividad en diferentes zonas, como Brickell, Key Biscayne y Miami Beach. Logramos convenios con diferentes parques y escuelas, donde aplicamos nuestra metodología de enseñanza. La idea a futuro es centralizar todas nuestras actividades en un gran centro de entrenamiento deportivo que abarque desde la etapa formativa hasta llegar al alto rendimiento”, confiesa, siempre con el tenis como máximo desafío.
Los Galarza, una familia de tenistas
El amor de Juan Manuel por el tenis no sólo viene de su padre sino que también atraviesa a su hermano menor, Juan Ignacio (22), quien actualmente está en el puesto 380º del Ranking ATP. “Mi papá es un amante del tenis y toda su energía de alguna manera influyó en que me dedicara a la misma profesión. Junto a él viví toda la etapa formativa de mi hermano y fue lindísima, pero ahora me toca verla desde lejos. No tengo dudas de que va a dar lo mejor de él y no se va a guardar nada”, confía.