Inmerso en un jardín de tres hectáreas, donde las casuarinas parecen extenderse hasta el cielo y el perfume de los jazmines y las glicinas en época de floración lo envuelven todo, se encuentra un antiguo casco de estancia que es el corazón del Howard Johnson Resort & Spa Escobar.
Podría decirse que es uno de esos hoteles con historia, ya que el edificio fue construido en 1880 por una familia aristocrática que lo utilizaba como lugar de descanso. Años más tarde, entre los ‘60 y los ‘80, funcionó la casa de té inglés Pretty Polly, donde también se realizaban fastuosas fiestas. Quienes la conocieron en aquella época de esplendor aún hoy recuerdan las delicias que allí se servían.
Ya en la década del ‘80 pasó a manos de sus dueños actuales, para transformarse en un majestuoso hotel. Desde entonces el complejo pasó a denominarse Solana de Escobar, hasta que en 2017 la cadena hotelera Howard Johnson se interesó en trabajarlo con su marca, considerando que el edificio se encontraba en óptimas condiciones para funcionar como un cuatro estrellas superior.
A lo largo de los años la estructura original se fue modificando y ampliando, para atender las necesidades de una demanda cada vez más exigente y competitiva. Así, se lograron cuarenta y cinco habitaciones, de las cuales seis son del casco histórico.
A pesar de las remodelaciones y las adaptaciones realizadas, las características de los cuartos originales, de cuarenta metros cuadrados, fueron conservadas. Los pisos de pino tea y las aberturas altísimas crean un ambiente único, por demás agradable.
El resto son habitaciones modernas y están equipadas con WiFi, televisión por cable, aire acondicionado con control individual, mini bar, cerraduras electrónicas, teléfono, escritorios completos, baños en suite, pava eléctrica con cafetería de cortesía, amenities completas y vistas panorámicas para disfrutar de la belleza del parque.
Relax y confort
El resort, en tanto, ofrece un sinfín de instalaciones recreativas y diversas opciones para la práctica de actividades deportivas: dos canchas de tenis de polvo de ladrillo, una de fútbol 9, una de vóley y dos de paddle.
La pileta tiene 450 metros cuadrados de espejo de agua con diferentes profundidades, un amplio solarium y una barra de tragos al aire libre. También hay un sector de vestuarios y juegos de plaza para niños.
Durante los meses de verano estará la posibilidad de ir a pasar un día de pileta en el hotel los sábados y domingos o entresemana, con más tranquilidad y los espacios despojados.
Además, el hotel acaba de lanzar una promoción para alojarse seis días y disfrutar de todas las comodidades y servicios, con facilidades de pago y en pesos.
Pero eso no es todo. Quienes necesiten un auténtico día de relax encontrarán en el Solanas Spa una pileta climatizada, hidromasaje, cascada de cisne y nado contracorriente. También sauna húmedo y seco, ducha escocesa, servicio de masajes y gimnasio.
“El público local asoció esto a algo inaccesible o caro, pero es una idea equivocada. Incluso podemos tener un trato especial con los escobarenses. Estamos esperando que vengan a conocernos”, afirma expectante el presidente del hotel, Fernando Díaz Lombardía. Y recomienda a los vecinos conocer el Day Spa: “Es de una categoría muy superior y lo tienen a cinco minutos de sus hogares”.
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Momentos agradables
En el plano gastronómico, el complejo cuenta con un excelente restaurant, que funciona los 365 días del año, desde las 6 de la mañana hasta la medianoche. Se llama El Aljibe y en esta época del año su pintoresco patio andaluz es ideal para disfrutar un café en sus mesitas de hierro forjado. Está abierto para huéspedes y público en general.
Asimismo, Howard Johnson dispone de seis salones preparados para pequeños y grandes eventos corporativos, casamientos inolvidables, divertidas fiestas de quince o solemnes celebraciones de bautismos. Por ubicación, comodidades, entorno y servicios, es el lugar ideal para estos momentos únicos.
Algunos de estos espacios son estructuras del casco antiguo que fueron recuperadas y restauradas recientemente: el viejo depósito ahora luce sus paredes de ladrillo a la vista barnizadas con un estilo industrial, cálido y acogedor.
Todos los salones reciben luz natural y a través de sus ventanas puede verse el parque. Además, sumaron una plaza de bienvenida disponible para ceremonias mágicas entre los robles y jacarandás.
Para un futuro cercano está previsto ampliar a noventa el número de habitaciones, los planos ya están aprobados y la obra se ejecutará próximamente. También adicionarán más salones para convenciones y se creará un gran sector de juegos para niños.
Por todo esto, Howard Johnson Resort & Spa es una alternativa interesantísima para descubrir y disfrutar este verano, cerca de casa y sin pagar más de la cuenta.
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