Mariano Acosta es músico, multiinstrumentista y productor. Vive en Matheu, donde tiene su bunker de grabación, El Inca Records. Por allí pasaron infinidad de artistas locales y de otros lares que confiaron en su mirada (y oído): Hurra!, Zircones, El pistolero García, Byga, Cande Bach, Vino de ayer, entre otros.
Además, lidera su proyecto de rock (con tintes de electrónica, pop y trap) denominado Acostadetodo, con el que editó los discos Problemas de matemática (2012), El regreso de los vivos (2012), Respetar el plan (2015) y Ah Re (2017).
Asimismo, integra la banda de culto Fantasmagoria (elegida por Gustavo Cerati entre sus favoritas), comandada por Gori (guitarrista de Fun People y corista en Ratones Paranoicos). Allí está a cargo de los teclados y coros y participó en los discos El Mago Mandrax (2015) y Todas las canciones son del viento (2017), un EP que homenajea con versiones a parte de nuestro rock nacional (Invisible, Charly García, Don Cornelio, Ratones Paranoicos, Virus).
También forma parte del proyecto Hermanos de distinto Padre & Madre, un dúo de country rock formado por Pil del Villar (Don Adams) y el mismo Gori, con quienes publicará un disco producido por Jimmy Rip (guitarrista de Mick Jagger y de Televisión). Antes de formar Acostadetodo, editó dos discos como solista: Otra Dirección, en 2008, y Un gran torrente de buenas ideas, en 2010.
Como si fuera poco, tributa a Black Sabbath en la banda Tiburón y es tecladista de los ascendentes Pilotos. Entre medio de todo esto, Mariano frena unos minutos para dialogar con La Negra en 32.
-¿Cómo fue el proceso de armar Ah Re?
-Como tengo un estudio en casa estoy siempre grabando, me gusta experimentar. Me crucé en el bar Makena con el dueño del sello Monotonías y le mandé el material. Le gustó y salió el EP. Ah re es un latiguillo que se usa mucho en las nuevas generaciones. Al estudio vienen bandas de chicos de 18 a 20 años y siempre dicen “ah re” al final de cada oración. Si estos pibes lo usan todo el tiempo, lo tenía que usar como título.
-Acostadetodo tiene la particularidad de hacer discos muy diferentes entre sí, ¿cuál es el cambio radical entre Ah Re y su antecesor Respetar el plan?
-El disco anterior era un disco de rock, bien de banda, tocando y grabando en vivo, más crudo, más fresco. Este es otra cosa, es más elaborado, más pensado y más personal.
-Con dos décadas de experiencia tuviste momentos únicos, como compartir escena y más con Charly García…
-Tocamos con Pilotos presentando el segundo disco (Visor Retro, 2016). En un tema que no tiene teclados, entro al camarín y me encuentro con el Sr. García, sentado con su guitarra. Tocó de invitado, charlamos, pegamos buena onda. De ahí nos fuimos al estudio y estuvimos hasta las seis de la mañana. Él estaba grabando Random, su último disco. Tuve el privilegio de escuchar el disco antes de que salga. Estábamos con los Turf y lo veíamos muy bien. Es mi ídolo. Una experiencia inolvidable.
-Comenzaste 2018 participando nuevamente de un multitudinario Cosquín Rock junto a Pilotos. ¿Cómo llegás a la banda? ¿Cómo vivís en particular este festival?
-Fue el segundo año consecutivo con Pilotos en el Cosquín Rock. Es una experiencia muy linda, está lleno de gente y muchísimos artistas que uno escuchó de chico y de repente estás en el backstage tomando algo con ellos. La camaradería entre músicos está buenísima.
-¿Pensaste alguna vez que vivirías todo esto en el plano profesional de la música?
-No, completamente inesperado. Estoy agradecido de todo lo que me tocó. Igual, creo que también es el laburo que hace uno, desde que tengo uso de razón que quiero tocar y que lo único que me importa es la música. A los seis años vi a Michael Jackson en River y le dije a mi mamá “quiero esto”.