Siguiendo el ejemplo de Gino Tubaro, estudiantes de un colegio de Pilar fabricaron una prótesis de brazo con una impresora especial para un chico de Escobar. Fue su regalo de cumpleaños.

Todavía hay esperanza en el mundo. A pesar de tantas guerras, bombas, atentados y muertes injustas. Hay pequeños gestos que enaltecen a las personas, miles de casos por todo el mundo. Como el de un grupo de alumnos del colegio secundario Mano Amiga, del vecino partido de Pilar. Impulsados por un profesor y el ejemplo del entusiasta Gino Tubaro, fabricaron una prótesis y se la regalaron a Benjamín, un nene escobarense de 7 años al que le faltaba un brazo y tuvo el mejor cumpleaños de su vida.

José Luis Rojas, Josefina Cubilla, Santiago Schneider, Ramiro Almada y Matías Hilgert son los integrantes de 3° Año Economía de la escuela, ubicada en la localidad de Fátima, que se embarcaron en el desafío de construir un brazo de plástico con una impresora 3D siguiendo las directrices del joven inventor porteño.

“Vimos varios videos de Gino y decidimos conformar un equipo. Nos contactamos en la página de él e ingresamos como embajadores. Como ya contábamos con la impresora, vimos que el caso de Benjamín era algo que estaba a nuestro alcance y quisimos ayudarlo”, contaron los chicos.

El responsable de esta iniciativa fue el profesor Andrés Obregón: “Cada vez es mayor la demanda y por eso se formó un grupo de embajadores atómicos en Facebook, que son personas que quieren ayudar con las impresiones. Nos anotamos junto al director del colegio, Rubén Fiorini, y encontramos el caso de este nene de Escobar”, le explica a DIA 32 el docente de Matemática y Física.

Para poder cumplir con el trabajo tuvieron que pedirle los diseños a Atomic Lab, el emprendimiento de Tubaro, cargarlos a la impresora y empezar a utilizarla, a prueba y error, hasta terminar la extremidad con la temática de Iron Man, el superhéroe favorito de Benjamín, para los primeros días de agosto.

“Justo nos agarraron las vacaciones de invierno en el medio y tuvimos que juntarnos fuera de clase con los alumnos para terminar la prótesis”, cuenta Obregón.

El día de la entrega fue el miércoles 16. Benjamín pensaba que iba al cumpleaños de una compañera de escuela. El chico del barrio Lambertuchi nunca se hubiera imaginado que lo que le esperaba era su fiesta sorpresa con un regalo inesperado de sus nuevos y hasta entonces desconocidos amigos.

“Lo conocimos ese mismo día. Fue un momento muy emocionante, porque él estaba esperanzado desde que había empezado a escuchar la historia de Gino Tubaro en la tele”, subraya el profesor.

Un pequeño acto sirve de ejemplo para darle esperanza incluso a los más pesimistas. Así como Gino tuvo la iniciativa de inventar prótesis accesibles y repartirlas sin cobrar un peso, alumnos y docentes del colegio Mano Amiga dieron un paso adelante, pasaron a la acción y le cambiaron la vida a un nene al que ni siquiera conocían.

Comentar la noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *