La coincidencia resultó imposible de soslayar: el viernes 12, del mes 12, del año 12, la Presidenta volvió a visitar el partido de Escobar, por cuarta vez en cinco años. ¿A qué hora? Adivine…. Sí, a las 12. Planeada adrede o no de esta manera, la llegada de Cristina Fernández de Kirchner representó muchísimo más que eso. Lo realmente significativo y trascendente fue la puesta en marcha de una fábrica de vacunas antigripales y biotecnología que le permite al país lograr autonomía en la producción y provisión de productos estratégicos que hasta ahora debía importar.
“Esta planta es producto de una fatalidad”, sostuvo el CEO de Sinergium Biotech, Hugo Sigman, al recordar que en 2009 Argentina no contó con vacunas para enfrentar la epidemia de gripe A que afectó a 30 mil personas y causó más de 600 muertes. “Los países centrales habían comprado toda la producción mundial de vacunas”, explicó.
Con este nuevo paradigma, Argentina pasa de ser un comprador de segunda camada a un vendedor codiciado de antigripales y biotecnología. “Este proyecto supone un Estado inteligente, que compraba vacunas y no recibía por el pago nada más que vacunas, y decidió hacer valer su poder de compra para que, a cambio, el privado le dé transferencia completa de tecnología, genere puestos de trabajo y autonomía en producción de vacunas”, evaluó el empresario, quien reivindicó el modelo público-privado.
Por su parte, la jefa de Estado remarcó la importancia de generar “una asociación entre el Estado y los empresarios para lograr una industria nacional y soberanía sanitaria. Este proyecto que comenzó con aquella fatalidad de 2009, con la epidemia de dengue y gripe, implica la decisión y voluntad de un Estado y un empresariado de articular los esfuerzos”.
En ese sentido, la mandataria remarcó que “cuanto mayor grado de autonomía se adquiere en productivos básicos, como sociedad estaremos alcanzando el modelo de país que todos queremos”.
El complejo productivo de Sinergium Biotech -un consorcio de empresas conformado por los laboratorios Biogénesis Bagó, Elea y Novartis Argentina- está ubicado sobre la Colectora Oeste, a 400 metros del puente de Garín, y cuenta con una superficie de 20 mil metros cuadrados. Su construcción demandó dos años y una inversión privada superior a los 80 millones de dólares. Se estima que su capacidad productiva integral alcanzará las 30 millones de dosis anuales.
Del acto también participaron el gobernador Daniel Scioli, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; los ministros nacionales de Salud, Juan Luis Manzur; de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao; de Industria, Débora Giorgi; y de Agricultura, Norberto Yauhar; así como el intendente Sandro Guzmán.