A los 15 años empezó a dar catequesis en la capilla San Francisco Javier, que estaba a una cuadra de su casa, en San Miguel. “Mi mamá era misionera, llevaba la virgen a las casas y el padre Jorge Bergolio era el cura de la Iglesia. Tenía seminaristas y vinieron a buscarme para integrar el grupo de jóvenes. Fue un trabajo que me encantó, de los más lindos que he hecho”, le cuenta Marisa Malvido (47) a DIA 32.
La locutora oficial del Municipio desde enero de 2016 fue noticia en octubre por su singular desempeño en la conducción del acto que marcó el cierre de campaña de Cristina Fernández de Kirchner, en Avellaneda. Pero de eso hablará más adelante. Porque la entrevista comienza repasando sus inicios y su llegada a Escobar.
A los 18 empezó a estudiar Magisterio. Su sueño de chica era ser maestra de grado y lo cumplió. Aunque no pudo llegar a recibirse (le faltaron algunas materias y la residencia) trabajó dos años y medio en 1° y 4° grado, en diferentes escuelas. Después se casó, fue mamá y el título de docente quedó pendiente.
Años después comenzó a trabajar en radio. En 1997, tras separarse del padre de sus hijos, unos amigos le ofrecieron probar con el micrófono, dada la muy buena voz que tenía, sin haber estudiado -hasta ese entonces- como locutora. “Esto siempre fue un trabajo para mí, no un hobby. Me encanta hacerlo, pero es el sustento de mi casa. Amo lo que hago y tengo la suerte de trabajar de lo que me gusta”, sostiene.
Alternó un tiempo entre radios de José C. Paz y San Miguel. En 1999, al cerrar la emisora donde estaba, tuvo que salir a buscar trabajo. Después de estar un mes en un bingo, un ex compañero la recomendó en la Municipalidad de Malvinas Argentinas y ahí empezó un nuevo camino.
“Fui la voz institucional de Malvinas durante quince años, también animé festivales y diferentes actos que organizaba el municipio. Y tuve programas de interés general en radio y televisión por cable”, comenta la versátil locutora.
Una de las perlitas de su currículum es que entre 2000 y 2005 también fue cantante de dos bandas de cumbia romántica, con las que hizo varios shows en vivo. “Estuve varias veces en Pasión de Sábado y hasta grabé un disco con cada una”. Además, en 2007 quedó trunca una posibilidad de alcanzar la fama: “Me vino a buscar el manager de Dalila porque se había ido con Magenta. Grabé varios temas pero ella se arrepintió, volvió con él y lo mío quedó frenado”, cuenta.
En 2012 la entonces presidenta Cristina Fernández visitaba José C. Paz y el intendente Carlos Urquiaga necesitaba una conductora para el evento. Le entregaron un CD con su voz, al jefe comunal le gustó y la llamaron para animar el acto por la conmemoración de los 60 años del fallecimiento de Eva Perón.
Tan buena impresión dejó su trabajo que la gente de José C. Paz le pidió que sea la voz oficial de ellos. Claro que, para eso, debía dejar sus funciones en Malvinas, donde estaba. “Hablé con Jesús Cariglino (ex intendente de Malvinas), le expliqué la situación, que era mi trabajo, que me pagaban mejor y me fui”, recuerda Marisa.
A fines de 2015, cuando Ariel Sujarchuk llegó a la Intendencia, un conocido la contactó, la entrevistaron y en enero se incorporó al equipo de la Secretaría de Comunicación Institucional. En este distrito, además, vive una de sus nietas, algo que inclinó la balanza para decidirse a viajar todos los días desde San Miguel. Hoy ya está totalmente afianzada en sus tareas de prensa y locución.
Locutora de multitudes
En el mismo mes en el que presentó a Los Auténticos Decadentes y a Los Tipitos en Escobar, a Marisa se le produjo un click en su carrera de animadora. Y otra vez tuvo que ver con la ex presidenta. Le encargaron conducir el acto del lunes 9 en Maquinista Savio y ella aceptó sin dudarlo. “Lo hice porque me gusta, me divierte, me gusta estar con la gente. Hice lo mío y todo salió muy bien, todos quedaron contentos”, asegura. Pero no imaginaría lo que le esperaba.
A la otra semana, en la inauguración der las obras de remodelación en la plaza de Maquinista Savio, Sujarchuk le anunció delante de toda la gente que iba a ser la locutora del cierre de campaña de Cristina en la cancha de Racing. “Yo no sabía nada, me quedé helada, pero él es así, es muy particular y me sorprendió su anunció, me emocionó”, confiesa, al contar cómo se enteró del acto que la llevaría a estar en boca de todos.
El estadio Presidente Perón de Avellaneda estuvo colmado por unas cien mil personas el lunes 16. Y ella fue la encargada de animar la previa, arengar y entretener a la gente hasta que apareciera la gran protagonista. “Llegué bien temprano, repasé el speach, y Oscar Parrilli me mostró el escenario. ‘Todo esto es tuyo, manejate como hiciste en Savio’, me dijo. Así que hice subir a la gente, bailamos… Jamás me imaginé la repercusión que tendría ese evento”.
“Me empezaron a llegar mensajes diciéndome que me decían en los medios la locutora ricotera, porque hice bailar rock a chicos y grandes”, cuenta, todavía feliz y orgullosa por su deshinibido desempeño sobre el escenario del Cilindro.
Medios como Clarín y TN hablaron de “la locutora militante”, pero ella separa las aguas y aclara: “Yo milito mi profesión, soy una locutora que milita su profesión y su trabajo. No soy de un partido político sino de las personas que hacen cosas por y para la gente, lo digo hace 20 años. Es real, no me encasillo con ningún partido”, asegura.
“¿Si iría si me llama Macri para un acto? Cada situación la analizo bien antes de decidir”, contesta hábilmente y entre risas ante la pregunta de este periodista.
Como contracara también estuvo en el acto llevado a cabo en Arsenal el domingo 22, después de las elecciones, cuando el clima ya no era de tanta euforia y excitación, aunque para ella no hubo ganadores ni perdedores. “Se renuevan las bancas, nada más, ganar o perder pasa solo en las presidenciales. Es mi opinión, más allá de mi trabajo y separando bien las cosas”, sostiene la locutora, extrovertida, frontal y amante del rock and roll.
Historias de vida de una luchadora que supo ganarse un lugar en lo que más le gusta y que hoy disfruta de un momento de plenitud.